Tras la confirmación de que el nuevo Hospital de La Serena tendrá un Centro Oncológico, la agrupación estalló de felicidad: «Esta noticia nos alivia bastante, pero vamos a seguir trabajando para aliviar los problemas de los padres, pero principalmente de los niños».
La batalla viene hace mucho tiempo. Y pese a todo el dolor, la Organización de Padres de Niños Oncológicos no ha cesado. ¿El deseo? La construcción de un Centro Oncológico en la región. Por eso, cuando Oscar Bolados, director de la agrupación, se enteró de la noticia, lloró de alegría.
No lo creía cuando lo vio por Twitter. Entonces siguió buscando en redes sociales para confirmarlo. Junto al resto de la agrupación llamaron por teléfono para saber si era cierto a amigos y conocidos.
«Estaba revisando mi Twitter y vi la noticia de que habían confirmado el Centro Oncológico. Quedamos como medio en shock y nos empezaron a llamar las autoridades para informarnos y citarnos para una reunión en la intendencia –ayer por la tarde- para contarnos en qué consistía, así que estamos muy felices», sentenció Bolados, que hace cinco años, después de la muerte de su sobrino, comenzó a luchar para la concreción de un sueño, el que ahora sí será una realidad, después del anuncio realizado ayer en Ovalle del Subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, al confirmar que el «Hospital de La Serena considerará la incorporación del tan anhelado Centro Oncológico, dando atenciones, diagnóstico y tratamiento a niños y adultos que sufren de enfermedades neoplásicas en la región».
Reconoce Bolados que «esperemos cinco años por esta noticia. Cuando falleció mi sobrino Vicente, a los tres años, que partió esta lucha. Comenzó todo cuando nos dimos cuenta que no había atención de oncología infantil, así que desde ese momento que venimos trabajando, pidiendo firmas, a concientizar a las personas, a buscar la ayuda, a los voluntarios, a colaboradores… Pero esta lucha es larga, ya que han pasado muchos años y muchos niños se nos han ido. ¿Sabe? La semana pasada estuve en el funeral de un niñito de siete años y también tenemos a cuatro niños paliativos en la región. Pero esta organización es muy fuerte. También tiene mucho dolor, mucha presión, pero demasiada pasión. Es difícil mantenerse por mucho tiempo, pero esta noticia nos alivia bastante, así que vamos a seguir trabajando para ir alivianando los problemas de los padres, pero principalmente de los niños».
