Un lobito de mar que seguramente desobedeció a sus padres, alejándose la manada se perdió y vino a dar a las costas de La Serena, donde fue asistido por los salvavidas que acudieron a brindarle ayuda.
El lobito estaba desorientado, pero a la vez su instinto de sobrevivencia, seguramente, le llevó a confiar en estas personas que lo sacaron a la arena para que descansa un poco, a la espera de avistar a sus acompañantes que seguramente lo andarían ubicando en medio del oleaje.
En el rescate se tuvo la fortuna de contar con un veterinario, Rodrigo Sánchez, instructor de la escuela de surf Poisson, y el pronto apoyo de profesionales del Servicio Nacional de Pesca que se hicieron cargo del nene que tenía hambre y sentirse solo.
La acción solidaria de los salvavidas tuvo aplausos del público que, como sucede en esos casos, fueron a mirar de cerca de qué se trataba ese operativo en el mar.
En tanto, pasado un rato el animalito se fue ambientando a tal punto que, dicen los turistas «posaba como un artista para las fotos».
Finalmente el lobito volvió al mar sin antes prometer que nunca más se alejaría de su mamá.
