Jorge Gómez Ramírez, licenciado en arquitectura, dice haber dedicado seis meses a la recopilación de antecedentes históricos para el proyecto de preservación del ex mercado municipal, que data desde mediados de los años 1800, sea declarado patrimonio histórico.
«Desde febrero a la fecha hemos sostenido una tercera reunión con la oficina técnica de Monumentos Nacionales, y así han avanzado las conversaciones, hasta que ahora nos llegó una carta en la que se nos comenta que es prioridad nacional la discusión del valor histórico y patrimonial de nuestro mercado», nos señala.
«Si todo sale bien, pienso que a fines de año el consejo de Monumentos Nacionales podría votar a favor de ser declarado en una de las cinco categorías que hay para preservar inmuebles patrimoniales», agrega.
Sin embargo, hace ver que «lamentablemente la municipalidad le entregó un permiso de edificación a la constructora en enero pasado, entonces si bien existe el permiso de edificación no hay ningún permiso de demolición, por eso estamos muy preocupados, porque en estas dos semanas los trabajadores privados han sacado el techo y escombros a pesar de que la Dirección de Obras les cursó infracciones por no tener permisos de demolición».
Por lo mismo, señala, «se interpuso una denuncia ante el Juzgado de Policía Local, porque si no hay un permiso de demolición municipal no se puede haber hecho una remodelación una demolición ni nada, por eso llamamos a las autoridades, ya sea al alcalde o la Dirección de Obras para que tome cartas en esto, y llevamos el caso a la Corte de Apelaciones para buscar que sea anulado el permiso de edificación».
El edificio data desde cerca de 1865 y ha resistido cinco terremotos desde ese entonces, y su estructura de adobe ya está debilitada, al igual que su techumbre, que nunca han sido restaurados, por eso cualquier nuevo daño que ocurra allí podría generar un grave peligro de derrumbe para la comunidad, para peatones y locatarios, y el llamado es los dueños para que no sigan con obras de ningún tipo.
