Hacinados, en precarias condiciones y divididos en 32 piezas. Así vivían las personas en un domicilio de calle Almagro, en La Serena, en su mayoría extranjeros que se encuentran de manera irregular en el país. Las personas arrestadas pasarán hoy a control de detención.
En paralelo a la escalada sin freno de la violencia en La Serena, en calle Almagro, entre Rengifo y Cienfuegos, ayer por la mañana se dio un golpe al narcotráfico y a la vez puso de manifiesto que la delincuencia sigue sumando espacios en los barrios serenenses.
En el centro de la comuna, es el Casco Histórico el lugar preferido para que las familias, especialmente migrantes irregulares, comiencen a echar raíces. Y fue allí, tras un allanamiento a dos domicilios, donde fueron detenidas seis personas, chilenos y extranjeros, además de incautar drogas, armas y dinero en efectivo.
Los arrestados, quienes hoy pasarán a control de detención, llevaban un tiempo sembrando el terror precisamente en un sector habitado en su mayoría por personas de la tercera edad.
Más que una casa, el lugar está convertido en un cité, pues en su interior había más de 30 piezas construidas en precarias condiciones, muy chicas y una tras otra. Había familias completas y muchos niños.
Fueron encontrados hacinados y en condiciones infrahumanas de habitabilidad. Estas personas en su mayoría, y como ocurre en gran parte del país, llegan a estos lugares buscando estrategias de sobrevivencia y poder lidiar con todo tipo de especuladores que les arriendan hasta pequeños espacios debajo de las escaleras.
Muchas peleas…
El sector hace años se ha convertido en foco de delincuencia. Precisamente en febrero hubo un homicidio en la esquina de Almagro con Cienfuegos, por rencillas de drogas. Todo ocurrió a escasos metros de la comisaría de Carabineros y del domicilio allanado, donde hace algunos meses hubo un incidente de violencia intrafamiliar.
Esta es una investigación que realizó la PDI justamente por las denuncias realizadas por los propios vecinos, como María, quien se le vio tranquila y agradecida por la intervención que realizó la policía.
«Es una tranquilidad para todos los vecinos del sector, ya que hay mucha gente de la tercera edad que vive en el Casco Histórico, mucha gente mayor que sufre por las situaciones de violencia, y de verdad que hay serios problemas. Y ahora qué pasa, que en este sector hay mucho extranjero, mucho venezolano, y en las noches especialmente es terrible».
Lleva tres años en esta vivienda, que era una casa okupa, pero una vez que fue desalojada es ocupada solamente como casa taller.
«Solo estamos en el día y por las noches dejo una persona cuidando la casa, pero me cuenta que hay mucho ruido, peleas, mucho griterío. De hecho, hace poco creo que le habían tirado bencina a uno de los dueños y trataron de quemarlo. Incluso en otra ocasión intentaron quemar a la misma persona y comenzó a incendiarse todo, pero gracias a Dios no se nos quemó nada».
Para ella, ideal es que estos allanamientos se realicen más seguido, «para que puedan controlar mucho más este barrio, que por lo demás es histórico y donde más se ve la delincuencia. Insisto, acá vive mucha gente sola y de la tercera edad, entonces de verdad que es complicado, especialmente por las noches».
Otra vecina entregó una versión similar, aunque por temor no quiso entregar su identidad.
Comentó que los hechos de violencia son seguidos y que era el momento para que la policía actuara. Incluso recordó lo sucedido a metros de su casa en el mes de febrero, cuando a plena luz día una persona le quitó la vida a otra con un arma corto punzante.
Dicen sentirse olvidados por las autoridades y que «deben pasar situaciones muy violentas para que lleguen al lugar, de lo contrario las denuncias pasan».
Al lugar llegó personal de migraciones, quienes realizaron el control de identidad, entendiendo que la mayoría de los residentes en el cité son extranjeros. Hubo equipos de distintas brigadas, por eso el alto número de efectivos en el domicilio.