Alumnos de liceo Diego Portales denuncian acoso sexual de profesor, discriminación contra estudiante trans y malas condiciones de infraestructura

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Un grupo importante de estudiantes del liceo Diego Portales de Coquimbo interrumpió la jornada escolar de este lunes con una protesta pacífica realizada a eso de las 10: 30 de la mañana. La decena de jóvenes desplegó lienzos con consignas de una serie de demandas que expusieron a este medio integrantes del centro de alumnos. Reclamo que hace referencia a la queja de dos alumnas de cuarto y tercero medio que aseguran haber sido presuntamente acosadas sexualmente por un profesor del establecimiento. Además, protestaron por aparentes actitudes discriminatorias contra un joven trans de parte de una trabajadora de la educación y ruidos molestos que dejan los trabajos de reparación de la cancha deportivo del recinto.

Fue una intervención tranquila con cánticos y lienzos colgados en el patio principal del colegio dependiente del servicio local Puerto Cordillera. Solo hubo cuatro varones que se pasaron de revoluciones tras manipular sin permiso un extintor que terminaron vaciando. Sin contar ese incidente, la protesta fue catalogada de pacífica de parte de la dirección.
Desde la admnistración del Diego Portales nos dejan ingresar al colegio para hacer un recorrido del establecimiento que presta servicios de primero a cuarto medio. Al transitar se observa tensión, estudiantes alzan la voz a funcionarios tras una mañana ultra agitada. En paralelo se ve a dos trabajadores de construcción que continúan con las obras que se hacen en la multicancha y que se vienen ejecutando desde el 1 de marzo, misma fecha que arrancó el año escolar.

El drama es que los ruidos de la vetonera hicieron que estudiantes tercero y cuarto medio simplemente no pudieran llevar a cabo clases de manera normal normal durante todo este tiempo, incluso profesores suspendían materias en el momento, pues el sonido que emanaba colinda directamente con las salas mencionadas.

Las autoridades que no pueden hablar con la prensa reconocen la situación, pero aseguran que eso ya habría quedado en el pasado, ya que solo resta poner cerámica en el lugar. La empresa encargada de los trabajos de reparación tendría hasta la quincena de abril para finalizar la obra que además requiere el pintado de algunas partes del colegio que se notan a simple vista en malas condiciones.

La caminata por el liceo incluye unos microbasurales que estarían desde el 2015, cuando la educación formaba parte del municipio y no de Puerto Cordillera. Existe un sector lleno de escombros, los cuales están siendo retirados actualmente por un camión. Otra de las quejas de estudiantes serían los restos de cabezas de pescados que caen en patio del liceo, producto de que las gaviotas que abundan en ese sector que da justo al puerto de Coquimbo por la calle Videla, las dejan desparramadas al alimentarse.

Alumnos se quejaron que cuando inició la escolaridad 2022 el recinto era un prácticamente un basural. La admnistración se defendió asegurando que no contaban con personal para la mantención del establecimiento, pues las cuatro funcionaras de aseo estaban con vacaciones en febrero y en ese tiempo aun existía incertidumbre con la vuelta a clases presenciales.

Mauricio Salinas, presidente del centro de alumnos del liceo Diego Portales entrega detalles de la reunión que sostuvo con la dirección del colegio y con la directora (s) del Puerto Cordillera. Expone abiertamente reclamos que han sido altamente difundidos en las últimas horas a través de las redes sociales.

«Al parecer el tema de los ruidos ya estaría solucionado debido a que hasta el 15 de abril tienen plazo para entregar la cancha. Sin embargo, el daño que se hizo a los estudiantes de tercero y cuarto medio fue gravísimo. Menos mal la mayoría de las salas están en la parte posterior y no escuchó la maquinaria. Esperemos que se cumplan los plazos ya que también pudiesen prorrogar las obras, ningún estudiante puede concretarse con el nivel de ruido ambiente que traspasaban las murallas», dice el dirigente.

No obstante, hoy la crisis en el Diego Portales tiene nuevos antecedentes que se refieren a la denuncia de estudiantes de sexo femenino que aseguran haber sido acosadas presuntamente por un profesor del establecimiento.

«Las compañeras hicieron ver al ver director que un profesor le estaba haciendo propuestas para conocerlas más allá de la relación alumno priofesor, afuera del recinto, y que además le hacía invitaciones a la casa de él. Pero desde el colegio no dijeron nada y no se hicieron parte del caso, lo dejaron pasar. De hecho, en la reunión con el Puerto Cordillera, las autoridades recriminaron a la dirección del liceo por no haber investigado, porque era su deber hacerlo e iniciar una indagatoria y recién ahí evaluar sobre si es verdadero o falso, pero había que actuar, y ellos no hicieron nada».

Salinas aseguró que la dirección del liceo, «no quiso dañar la imagen al profesor ni del recinto», y lo explica. «Se determinó de parte del Puerto Cordillera poner una investigación para aclarar los hechos (…) Son compañeras que se vieron afectadas y que recibieron el apoyo de toda la comunidad, creo que estamos en un momento de transformaciones en el país y cosas como estas no deben tolerarse más».

El caso de «Ayun» es el más fuerte de todos. Joven trans del liceo que denuncia que la evaluadora del recinto lo habría discriminado por su condición. «No más acoso, ni transodio, no más silencio», decían los panfletos.

Según el relato, el joven trans no sería tratado por el género que hoy le corresponde, y habría recibido en varias ocasiones «recriminaciones gratuitas». Atribuyen presunta discriminación directa.

«Me cansa saber que quién me violentó por ser trans, siga trabajando en el liceo y que nadie le haya dado importancia. Tiró licencia el día que salió todo a la luz y ni siquiera hayan hecho un sumario, no han querido escuchar bien lo que pasó y lo quieren hacer pasar por una falta de respeto» escribió presuntado afectado por instagram».

«No solo hizo comentarios transfobicos en mi contra, sino que trató de drogadictos a mis compañeros. Yo no tengo seguridad si volverá a violentar así a otro compañero trans, por lo que no descansaré hasta que no esté trabajando más en el liceo», cerró el estudiante.

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