Dirigenta envió una carta a los dirigentes nacionales de la ANEF para contar la situación en la que se vio involucrada a fines del año pasado. Pero a pesar de la compleja situación vivida, dice que «no buscaba algún rédito económico, sino salvaguardar mi honra y honor como servidora pública».
Llegó a La Serena hace nueve años, y al siguiente Beatriz Hidalgo ingresó al GORE. Es funcionaria publica con más de 15 años de experiencia laboral y nunca, advierte, «he tenido un problema, mi hoja de vida ha sido intachable».
Sin embargo, para la abogada e integrante del Departamento Jurídico del Gobierno Regional, sus problemas se iniciaron cuando fue subida de grado, causando molestia en otros funcionarios, quienes se quejaron porque la forma no fue la correcta.
«En noviembre del año pasado, el dirigente de la ANEF (Asociación Nacional de Empleados Fiscales), Rodrigo Muñoz, mandó un correo a todos los funcionarios diciendo que, por rumores de pasillo, se había enterado que me habían subido cuatro grados y que era autoproclamada presidenta de la asociación», recuerda Beatriz.
En cuanto al tema de los grados, dice no haber sido la única beneficiada y que se hizo justicia.
«Precisamente es lo que comento en una carta que escribo a la ANEF con fecha 14 de junio, ya que fue un proceso largo que venía desde que ingresé y mi jefatura lo concretó justamente el año pasado. Y no fui solo yo, también otros funcionarios, del departamento jurídico tuvieron un aumento de grado y en el año hubo aumento de grados en otras divisiones del Gobierno Regional».
Injurias y
calumnias
Reconoce que «lamentablemente el proceso de hostigamiento» fue solo con ella, pues primero «él señala que fui autoproclamada presidenta, y segundo, la carta que mandó a los funcionarios acusando de esta situación, ese mismo día la publica en otro medio de comunicación, con fecha del 30 de noviembre de 2022…».
No obstante, lo que lamenta Beatriz es que se hable de «acto de corrupción», y hoy lo niega rotundamente: «En ningún caso, y por eso que me querellé por injurias y calumnias».
Desde entonces hubo tres audiencias, donde el tribunal instaba al dirigente a que se llegara a un acuerdo, «y en el acuerdo lo único que le pedía es que, en un diario de circulación regional, tal como hizo la denuncia, pidiera disculpas o se retractara de lo que había dicho».
En la última audiencia de juicio, donde iba a ser la preparación de juicio, el dirigente accedió y publicó un extracto el 5 de mayo de este año en el diario El Día.
HONRA AFECTADA
Tras la decisión adoptada por el tribunal, Hidalgo dice haber quedado tranquila y conforme, «pues no buscaba algún rédito económico, sino salvaguardar mi honra y honor como servidora pública».
Pero necesitaba con-tar su caso y por eso que con fecha 14 de junio envió una carta a la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, cuya intención fue siempre contar el final de todo este proceso, «porque todo quedó como que yo era la corrupta y que él tenía la razón, cuando muchos funcionarios se molestaron con esta carta que hizo y que publicó, porque podría haberlo hecho internamente y todo hubiese quedado ahí, pero el error fue publicarlo y hablar de actos de corrupción».
Y sin duda «es lo más complejo y me afecta», pero también al servicio en general, «debido a que está hablado que se dan actos de corrupción dentro de un servicio y eso no es así.
Además, en esta misiva cuento que a raíz de todos estos hechos ocasionados por él, finalmente en el GORE se formó una nueva asociación y eso hizo que la gente se dividiera».
Conforme dice estar, porque «enlodaron mi nombre y llegamos a un acuerdo, porque si esta persona hubiese estado segura de que lo que estaba diciendo era cierto, va a juicio, pero tuvo miedo que lo condenaran porque efectivamente había cometido un error, y, reitero, llegó a un acuerdo para no enfrentar una probable sentencia condenatoria».
Trabajando igual
Admite que toda esta situación «me afectó en lo personal», y que en el entorno del trabajo «fue complejo, porque todo el mundo te mira extraño y de verdad que no fue una situación cómoda. A pesar de ello sigo trabajando igual que siempre, no tengo problemas en el trabajo».
En la carta, además, le solicita a todos los miembros y directores de la ANEF nacional, «muy respetuosamente que la situación particular del dirigente regional Rodrigo Muñoz Contreras sea revisado por el Tribunal de Disciplina de la ANEF y se evalúe algún tipo de sanción sobre las conductas desplegadas, donde se demuestra judicialmente que este dirigente despliega conductas injuriosas y/o calumniosas en contra de la suscrita, teniendo que disculparse para evitar un juicio oral y enfrentar luego una probable sentencia condenatoria sobre el particular».
