Tras haber cancelado dos veces la unión civil por su estado de salud, Eduardo Miranda, 62, internado en el recinto porteño con fibrosis pulmonar, decidió casarse con el amor de su vida en el mismo Hospital San Pablo.
La especial ceremonia, se celebró en el Servicio de Medicina y fue organizada íntegramente por la asistente social de la unidad y el personal de salud, que coordinaron todos los preparativos con el oficial del Registro Civil, incluidas las argollas, el ramo, la decoración y la cena.
Eduardo y Diana dieron el «sí» ante el oficial civil y numerosos funcionarios que les aplaudieron, por consolidar un amor de 15 años. «Yo creo que los funcionarios son un siete. Puro calor humano, se pasaron. Yo nunca pensé que iba a pasar esto, que me iba a casar en un hospital no estaba en mis libros, pero se hizo. Gracias a todo el personal del Hospital San Pablo», comentó con emoción el novio.
Este coquimbano trabajó 27 años como conserje. Ya vivió un duelo por viudez y ahora quiso vivir unido a su amada Diana.
De hecho, cuenta que la enfermedad lo obligó a posponer su unión civil en dos ocasiones, pero esta vez la tercera fue la vencida.
Participaron enfermeras, técnicos paramédicos, el equipo social del hospital, las nutricionistas, los médicos, los estudiantes que están en prácticas controladas, es decir, es una cosa que en realidad involucra a todo el servicio, explicó la Dra. Marcela Maureira.
Esto, agrega, nos emociona y nos permite, tal como decía don Eduardo, cumplir este proyecto, una etapa más donde su hospitalización no sea motivo de preocupación, sino que también de alegría».
