Un estudio de la compañía de algoritmos predictivos Xbrein, entre 2022 y 2023, da cuenta que las locaciones de malls chinos aumentaron un 100%, tras alcanzar los 181 locales en todo el país. En la región de Coquimbo su arremetida está a la vista y solo Tarapacá, en el norte, la supera en porcentaje de tiendas. Comerciantes establecidos de la conurbación admiten que la relación continúa siendo nula entre las partes.
La participación de malls chinos en la región de Coquimbo alcanza el 4,4%, según el estudio citado. De hecho, si bien la región metropolitana representa el 41% del total de las ubicaciones, más de la mitad está en regiones. Lidera Valparaíso 9,9% y BioBío 8,3, Maule 5 y Tarapacá también 5.
Aquella fama de tiendas baratas, donde se pilla de todo, dejó de ser un mito: Varios coinciden en lo mismo.
Como Fernanda, que viene de comprar una cama para mascotas en el local de Videla, en la comuna puerto.
«Siempre voy a los chinos, esta vez vine puntual para una cama para mi mascota, pero suelo comprar cosas cotidianas, de hecho, algunas sopas o maquillaje», dice la joven a LA REGIÓN.
«Bueno, bonito y barato», es la promesa. Hace poco, desde Los Vilos, nos llegaba el registro de como un asiático defendía su negocio de mecheros.
Son bravos, dicen los que conocen a los dueños cuando están en terreno. No se andan con cuentos, y si tienen que actuar, actúan. Son esquivos por lenguaje y suelen usar esos traductores de celular.
Administrados generalmente por chilenos, pero con dueños asiáticos. Los malls chinos comenzaron su expansión y a ganar terreno en nuestro país hace ocho años. Esto, por cuanto las tiendas de retail tenían la necesidad de rentabilizar de mejor forma sus metros cuadrados, liberando espacios que sirvieran de inicio para que las cadenas asiáticas se instalaran en sitios más amplios, tanto en la capital como en regiones.
De acuerdo con el informe de Xbrein, las principales cadenas chinas instaladas en el país son Alistore, con 28 locales; Doremi, con cuatro; y Marketches, con tres establecimientos.
La administración del 80% de estos locales de origen chino está en manos de la inmobiliaria DDI, controlada por el matrimonio chileno Renzo Silva y Lissette Díaz. Según la pareja, la propiedad de los malls chinos en el país está en manos de siete familias de chinos residentes en Chile. Ellos trabajan con cinco de estas, que «son las principales» del país.
COMERCIO ESTABLECIDO EN PICADA
Son los comerciantes establecidos los que sacan la voz en medio de una compleja convivencia con los malls chinos.
Según cuenta a este medio Alexis Ramírez, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Coquimbo, el tema siempre ha sido de preocupación y causa mucha impotencia en los socios. Pues reclama que existiría una competencia desleal, y esto a raíz de un trato, a juicio del gremio, que es casi preferencial. Los locales chinos no dan boleta, arremete y «no vemos la acción fiscalizadora, como sí ocurre con los comercios más pequeños», dice Alexis Ramírez.
Y es que mucha se habla de los coletazos que dejaban los ambulantes de Aldunate, mismas quejas que tienen contras los asiáticos.
«Es frecuente día a día ver los kilos de basura que arrojan a la calle, sin ningún plan de mitigación del manejo de sus desechos, sin embargo, nosotros sí somos multados. Los comercios chinos se instalan y funcionan sin contar con los permisos para poder hacerlo. Hemos visto como en los últimos meses se han clausurado estos recintos por estar funcionando sin permisos municipales», señala.
Ramírez confiesa que muchos comerciantes se sienten incomodos con este exponencial crecimiento. «Sumado a todos los rubros que ofrecen dentro de sus negocios, como ferretería, artículos de librería, telas, animales, entre otros, ahora venden comida. Comida que no cuenta con rótulos traducidos al español y que tampoco trae los sellos negros que exige la Ley de Etiquetados de Alimentos».
«Este gremio, en su anterior administración, preocupado también por este panorama que pareciera no ser fiscalizado, ofició al Servicio de Impuestos Internos, haciendo una denuncia con antecedentes y solicitando respuestas a preguntas como cuántas multas se han cursado, cuántas han sido pagadas, qué acciones se han tomado. La respuesta que recibimos era que no podíamos acceder a la información, porque era confidencial.»
«Así las cosas, el comercio chino sigue proliferando, se mantienen las vulneraciones a la legislación, pareciera que las instituciones no están fiscalizando. Es cosa de entrar a un comercio chino para observar lo que aquí he planteado. En nuestro gremio no tenemos ningún tipo de relación con ellos, debido a sus malas prácticas comerciales».
En tanto Carlos Orrego, presidente de la Cámara de Comercio La Serena, señala que «es importante como ellos han abordado los espacios importantes que han dejado algunas tiendas, son grandes superficies en las que han acomodado sus locales comerciales y obviamente que la preocupación pasa porque vienen con subvenciones del gobierno chino, aparentemente, y junto con ello existen algunas dudas de cómo están internando la mercadería, por eso que de alguna manera están manejando los precios, que son bastante favorables para el consumidor, pero muy lejos del respeto de las leyes que rige no solo a ellos, sino que también a todo el comercio».
Tal como en Coquimbo, coinciden en el concepto de competencia desleal. «Por ese lado vemos que se genera una competencia poco leal respecto a las obligaciones que debieran tener todos los contribuyentes, incluyendo ellos. Sí, es impresionante ver cómo se han levantado estos malls, con la superficie y la inversión que realizan, pues es bien especial», agrega.
No obstante, subraya que el punto positivo es que han recuperado estos espacios, que hoy no estarían ocupados de no estar ellos, eso es una realidad, ya que son inversiones gigantescas. «Sin embargo, están todas estas condiciones negativas con respecto a que no estarían cumpliendo con las normas, pero está en duda y son las autoridades quienes deben ir viendo desde la llegada y la internación de la mercadería, los impuestos, la parte que corresponde a las leyes laborales»…
«En Chile, las grandes tiendas con enormes superficies de alguna manera luchan siempre por rentabilizar el metro cuadrado, pero en este caso creo que hay una mirada crítica en cuanto a los costos que significa tener estos locales grandes», concluye.
Fue a fines del año pasado, cuando SERNAC realizó un estudio diagnóstico a los malls chinos en Chile.
La muestra del sondeo en terreno abarcó todas las regiones del país, desde Arica a Punta Arenas, considerando aspectos tales como densidad poblacional y flujo comercial.
Desde enero de 2018, hasta el 31 de octubre de 2023, el SERNAC recibió 159 reclamos en contra de malls chinos. Los reclamos apuntan principalmente a vestimenta y accesorios (41 casos), artículos de hogar y decoración (31), electrónica y tecnología (28), artículos de uso diario (22).
