Disminución del Pingüino de Humboldt preocupa a investigadores

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Un proyecto de investigación liderado por Alejandro Simeone, científico del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello, entregó resultados no muy alentadores respecto al Pingüino de Humboldt. Claro, porque el sondeo arrojó una preocupante disminución de la especie: entre diez mil y doce mil individuos maduros, un tercio menos de lo que se esperaba, ya que los expertos sugerían una población que podría rondar entre los 30 mil, según los datos entregados después de un informe realizado en el año 2009.
«Este fue un proyecto que nosotros nos adjudicamos con recursos del Fondo de Investigación Pesquera y Acuicultura de la Subsecretaría de Pesca, con el objetivo principal de ubicar las principales colonias de pingüinos de Humboldt y contar el número de individuos que había», explica Alejandro Simeone.
El estudio, que consistió en el conteo de parejas reproductivas y nidos activos en las colonias que estas aves utilizan desde la ciudad de Arica hasta la Isla de Chiloé, duró cerca de un año y medio y los resultados se entregaron el mes pasado y para nada satisfactorios, como detalla Simeone a Diario La Región.
«Tras los resultados quedamos con una luz amarilla, porque nunca se había realizado un censo como éste. Es la primera vez que se hace uno de alcance nacional de la población productiva y el resultado fueron cerca de 10 mil a 12mil pájaros adultos, un número que hoy en día nosotros estamos manejando de acuerdo a la información que nos entregó este estudio. Sin embargo, la última información que tenemos es de un censo que se hizo con otra metodología, no exactamente comparable con esta, pero que hablaba de alrededor de 30 mil individuos el año 2009. Entonces esperábamos encontrar un número cercano, pero resultó que nos encontramos con un tercio y menos de la mitad de lo que había diez años atrás. Por eso es que estamos preocupados, porque pensamos que tal vez podría haber, digamos, una disminución del pingüino».
El líder de la investigación aclaró que «lo que nosotros estamos buscando ahora es poder validar este Censo, así que estamos planificando con la Corporación Nacional Forestal (CONAF) poder realizar este nuevo estudio en algunas áreas críticas que están principalmente dentro de la Reserva Nacional, puesto que nos podría sugerir que estamos ante una disminución de la especie a nivel nacional, particularmente en lo que es las regiones de Atacama y Coquimbo, que es donde se encuentran las principales colonias. Es más. A la Reserva Nacional -creada el 3 de enero de 1990- la estamos observando con bastante cuidado, porque es la zona que conserva la mayor cantidad de proporción de la población del pingüino. Es sabido que ahí se encuentra el 70 y 80% de la población».
Respecto a los motivos por la baja de este pájaro. El doctor en ciencias afirmó que esa es la gran pregunta que nosotros también no estamos tratando de hacer, qué pasó y a qué debe la importante baja del pingüino. Este estudio se hizo pensando en poder determinar el número, pero las causas que están detrás de esto van desde la disminución del alimento, por ejemplo, o que también porque los pingüinos mueren en las redes de pesca. Pero todas son solamente hipótesis. Lo que sucede es que estos pájaros tienen fluctuaciones muy grandes, son muy sensibles a las condiciones ambientales, entonces la idea de repetir este Censo, en estas áreas de la Conaf, es poder validar lo que nosotros hicimos el año pasado. Queremos, en las áreas más representativas, como Pan de Azúcar, Chañaral, Choros y Cachagua (Quinta Región), poder ratificar lo que hicimos en algunas áreas específicas y, de esta manera, aseverar que efectivamente lo que estamos viendo es algo representativo».

«Ahora si los números son igualmente bajos, estamos en condiciones realmente de decir que esto corresponde a una baja poblacional y sería muy preocupante esa información. Pero también podría ser que el año pasado hubo menos pájaros por alguna situación en particular, así que si en esta oportunidad encontramos más, la verdad es que quedaríamos más tranquilos».

En caso de que este nuevo censo entregue datos negativos, el profesor de UNAB indicó que «tienen que echarse a andar los mecanismos y las acciones para poder ver qué se puede hacer. Este censo se realizó el año pasado y, como te repito, estamos con luz amarilla por los resultados. ¿Sabe? Siempre es grato saber que existe interés de parte del público por estos temas de conservación. Uno hace estos trabajos y expone los resultados, pero nunca sabe el impacto que tendrá entre los medios y en el interés del público».

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