Son muchas las personas que sufren de exclusión, como Paula y Héctor, que ayer en la Seremía del Transporte expresaron su malestar y denunciaron. «Lo hicimos con el objetivo de poner en tabla la discriminación que sufrimos las personas con discapacidad en el transporte público», dijo la destacada deportista adaptada.
Hay días en que están largos minutos esperando que un colectivo se detenga. A veces horas. Para Paula Ulloa (43) y Héctor Guerrero (40) es una situación que viven a diario cuando deben salir de sus hogares.
Como ellos, muchas son las personas que sufren de discriminación. Paula por utilizar silla de ruedas y Héctor por una afasia.
Paula es una destacada deportista adaptada de la región de Coquimbo en parakarate, y junto a Héctor y el concejal Félix Velasco, llegaron ayer hasta la Seremía del Transporte para no solo denunciar el hecho, sino también exponer el drama que viven todos los días.
«Lo hicimos con el objetivo de poner en tabla la discriminación que sufrimos las personas con discapacidad en el transporte público, especialmente en los colectivos, ya que muchas veces pasan de largo si nos ven en silla de rueda, porque piensan que tienen que ayudarnos, pero no tienen idea que hay diferentes tipos de discapacidades», se queja Paula, cuatro veces campeona panamericana, cuatro veces campeona nacional y número cuatro del mundo.
Por ejemplo, a las personas con afasia, como Héctor, hay que escucharlas con más atención que al resto, «aunque pueden comunicarse perfectamente, y por eso fuimos a la Seremía, porque además de denunciar lo que pasa, les planteamos la posibilidad de poder educar a la comunidad del transporte público de la conurbación, porque más allá de una queja formal, queremos crear conciencia inclusiva para que cuando nos vean, no pasen de largo, sino detenerse, como lo hacen con cualquier otra persona».
Horas esperando
Explica Paula, que vive en el sector de Colina El Pino, que esta situación les ha pasado con el transporte en general, y no sólo a ellos, sino que a muchas otras personas, «pero en particular en líneas de colectiveros y muy particularmente, con la línea que va hacia La Antena, que es donde vive Héctor. Incluso hace poco sufrió una discriminación muy grande».
Además de la exclusión, el otro inconveniente es el tiempo que deben esperar para que un colectivo se detenga, que en algunas oportunidades ha superado las dos horas de tensa espera.
«En ocasiones podemos estar por horas esperando que un colectivo nos pare, y al final te cansas y terminas llamando a una aplicación, que a veces también te deja tirado, puesto que en nuestra sociedad no existe una empatía en relación a las personas con discapacidad, solamente para los días de la Teletón, cuando todos son inclusivos, pero después se les olvida».
En las oficinas de la Seremía fueron atendidos por el encargado de transporte público, «y lo primero que nos dijeron fue que teníamos que hacer la denuncia y quedaron de capacitaciones a los transportistas, pero en conjunto con Senadi y la Oficina de Inclusión del municipio».
Esta acusación en los medios la había realizado Héctor hace un tiempo, pero al final quedó en nada, y los mismos colectiveros tomaron represalias, ya que no lo querían llevar.
Sin embargo, reconoce Paula que «esto no puede quedar en nada, hay que hacerlo público y denunciar, puesto que es la única manera, creemos, de que se pueda crear conciencia y no solamente con la gente del transporte, sino también con la sociedad completa».
El concejal Félix Velasco los acompañó y lamenta que estos hechos sigan sucediendo.
«El otro día a Héctor no lo dejaron subirse a un colectivo, incluso le preguntaron si llevaba pañales, entonces se sintió humillado, y de verdad que es una lástima. Son cosas que generan molestia, aunque esta discriminación se vive en todos los aspectos, pero especialmente la denuncia es contra la locomoción que va hacia La Antena. Tanto ha tenido que esperar, que a Héctor lo han asaltado en tres oportunidades, la última vez le robaron el celular».
De la reunión de ayer esperan se pueda concretar la capacitación hacia los conductores, «y ahí nosotros seremos el nexo con el Departamento de Desarrollo Inclusivo y con Senadis, con quienes podamos contactarnos y esperamos una medida más drástica desde la Seremía para ver lo que pasa y que se cumpla».
Porque a juicio del concejal y los afectados, Paula y Héctor, «nos interesa que se pueda educar, pero que también se sancione a quienes no cumplen y siguen con estos actos discriminatorios hacia personas que lamentablemente no saben cómo denunciar o no tienen el tiempo para poder venir y alzar la voz por los demás».