Caso se ha convertido en un verdadero puzzle policial, pues coincidentemente ambos crímenes podrían estar relacionados. «Si a nosotros nos hubieran informado que habían llamado a declarar a la señora Ana por el chip que le pertenecía mi sobrina, hubiésemos podido evitar esta muerte», dijo Judith Zambra, tía de María José
Por: Valentina Echeverría O.
La familia de María José Zambra, joven de 30 años que fue encontrada en las mismas condiciones que Ana María Pizarro bajo el puente El Libertador de Las Compañías en octubre del año 2019, se ha enterado a través de los medios de comunicación lo que pudo haber pasado esa mañana cuando dos niños, que se dirigían a jugar a la pelota, encontraron sus restos al interior de unas bolsas a un costado de la ribera del Río Elqui.
El caso si bien aún no tiene detenidos ni culpables, dejó una pista que bien pudo haber salvado la vida de Ana María Pizarro y cuyos restos, coincidentemente, fueron encontrados el 20 de abril de este año, 17 días después de su desaparición, en la Avenida Cuatro Esquinas, entre Avenida El Santo y la Ruta 5 Norte.
En el caso de Zambra, la historia narra que dos semanas después de encontrar su cuerpo, se habría reactivado su chip, pero presuntamente en el teléfono de Ana María, quien habría explicado, una vez que la llamaron a declarar, que ese equipo lo usaba su pareja.
Al parecer, dicho sujeto correspondería al mismo hombre que hoy es buscado como principal sospechoso de su asesinato y por el que existe una alerta internacional ante su posible fuga.
«El delito habría sido cometido por la expareja de la víctima, que es de nacionalidad extranjera, y que se ha levantado una alerta internacional por su eventual abandono del país», detallo hace unos días el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero.
Días antes, la Policía de Investigaciones y la Fiscalía confirmaban que se había identificado a un sujeto de interés en la investigación.
No pudimos hacer nada
Fue el 23 de abril, en la marcha que organizaron familiares de Ana María en La Serena, donde también hubo pancartas con el rostro de María José Zambra y la mañana de ayer, precisamente en el puente El Libertador, a escasos pasos de la animita en su honor, su familia y seres queridos anunciaron que comenzarán nuevamente a movilizarse no solo por el reciente crimen, sino también con la esperanza de encontrar la pieza que falta para cerrar el caso de su querida familiar.
Judith Zambra, tía de María José, vestía una polera con la cara de su sobrina y expresó que «estamos muy sentidos con el servicio de investigaciones, ya que nunca supimos que se le habían tomado declaraciones a la señora, hasta ahora después de casi 5 años. ¿Por qué no nos informaron a nosotros cuando apareció el chip?».
Explica que «si el servicio de investigaciones hubiera tomado cartas en el asunto cuando se activó, quizás la señora Ana María ahora estaría viva y se habría evitado esa muerte. A nosotros también nos duele como la dejaron, lo mismo pasó con mi sobrina», se lamenta.
Este hecho ha revivido el dolor en la familia Zambra, quienes en ese momento no pudieron obtener justicia, ni saber hasta ahora quién fue el culpable. Sin embargo, esperan esta vez que las policías puedan atrapar al ejecutor de estos crímenes y así evitar más casos.
Por eso se pusieron manos a la obra y para visibilizar el caso convocaron a una manifestación para el próximo viernes, donde esperan reunir a ambas familias y de esta manera iniciar nuevamente el camino que los lleve a la verdad, la que esperan sea apurada también por la Fiscalía.
«Nosotros no pudimos hacer nada, no pudimos velar a mi sobrina ni hacerle una misa como se lo merecía, por eso es que ahora vamos a estar hasta el último para que la justicia se ponga las pilas», agrega.
Todo relacionado
Maritza Zambra, también tía, quiso exponer sus resquemores y advierte que «ese chip quizá era la clave para que esa muerte se hubiera evitado. Pero todo es raro, porque pasó en este este sector, la señora Ana María vivía aquí nomás, a pasos de la animita de mi sobrina. Es como que todo está relacionado».
La prueba del chip, no obstante, ha permitido agregar más piezas a este confuso puzzle que todavía permanece sin resolver, y con el que llegan más preguntas.
¿Por qué ese chip estaba en el celular de la pareja de Ana María?, ¿Por qué no se avisó a la familia de María José Zambra que Ana había ido a declarar dos semanas después de su muerte?, ¿pudo esta información haber evitado esta reciente tragedia?, son preguntas que aún no tienen respuesta y que persisten en la mente de una familia que hoy exigen justicia.
Ana María Pizarro, mujer de 56 años, desapareció el pasado 3 de abril luego de salir de su departamento en Las Compañías para ir a cobrar un finiquito, sin embargo, aquello nunca se concretó, ya que, el Ministerio Público y la PDI, lograron determinar que ese día, la víctima se dirigió a casa de su expareja y según el análisis de las cámaras de televigilancia, una vez que la mujer ingresó al inmueble, no volvió a salir.
Luego de 17 días fueron encontrados sus restos desmembrados a un costado de la ruta 5, los cuales habrían sido trasladados en bolsas de construcción en bicicleta a plena luz del día, según los análisis de la policía.