“Existía cierto temor, porque en un inicio uno se imaginaba que podía generarse una fuga del virus a través de las muestras de PCR”

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Daniel Adasme tuvo la importante labor de trasladar los primeros exámenes hacia los laboratorios. Hoy, a 500 días de iniciada la pandemia, recuerda cómo enfrentaba cada uno de los viajes y el respeto que le generaba transportar el virus al interior del vehículo. 

A inicios del mes de marzo del año 2020, desde el Ministerio de Salud se confirmaba la llegada del primer caso de Covid-19 a nuestro país, y desde ese momento la salud pública debió enfrentar uno de sus más difíciles retos en 100 años, combatirlo.

Sin duda han sido meses duros, donde la llamada primera línea de la salud ha estado trabajando sin descanso para para hacer frente a la pandemia. Pero hay otros rostros que de forma silenciosa se han sumado a este desafío, cumpliendo un rol fundamental en la región.

Daniel Adasme, es conductor del Departamento Provincial de Salud del Choapa, y tras presentarse los primeros casos de Covid-19, fue trasladado en comisión de servicio al Hospital de Illapel para realizar la delicada labor del transporte de muestras de exámenes PCR en la provincia.

“Partíamos a las siete de la tarde entregando muestras y llegábamos a eso de las dos de la mañana de regreso. (…) Por cada viaje éramos dos personas, un TENS y un conductor, y partimos entregando pocas muestras, como 25 al principio, hasta que fuimos subiendo y, si no me falla la memoria, llegamos a 72 en un momento, pero pueden haber sido más”, recuerda.

Sin duda los primeros meses de pandemia fueron los más intensos, donde sentimientos como el miedo, la angustia y la incertidumbre acompañaron a la comunidad a diario, pero aún más a quienes vieron de cerca la posibilidad de un contagio. Bien lo sabe Daniel, ya que hace 500 días atrás, cuando todo comenzó, lo desconocido del virus hacía que el solo hecho de interactuar con muestras relacionadas a él, fuera algo de cuidado.

“En realidad era complicado, si bien existía cierto temor por el hecho de que uno se imaginaba que podía generarse una fuga de producto, pero siempre con la responsabilidad y la prevención, además del equipamiento para evitar directamente el contacto. A pesar de que yo no tenía contacto directo con el recipiente que las transportaba, pero como iba en el mismo móvil, entonces era como lo mismo para mí”, relata.

Ya en el mes de julio, comenzó a funcionar el laboratorio de Biología Molecular del Hospital de Illapel, recinto que contribuyó a aumentar el procesamiento en la Provincia del Choapa, por lo que los traslados hacia otros sectores comenzaron a disminuir. “Pasamos de entregar todos los días a tres veces a la semana, hasta que ya disminuyó por completo cuando empezó a funcionar el laboratorio. Ese trabajo yo tenía que hacerlo porque los demás estaban enfocados 100% al traslado de pacientes”, señala.

Sobre su rol como conductor encargado del transporte de los primeros exámenes, Daniel Adasme destaca que a pesar de ser un tanto agotador, por el hecho de trasladarse manejando durante las noches, fue primordial en el combate de la pandemia, “sí, fue harto sacrificio por el hecho de tener que andar en horario nocturno y trasladarse en carretera en viajes de más o menos tres horas, un breve descanso allá y luego la vuelta. Fue sacrificado, pero viéndolo desde el punto de vista de salud, era necesario y se hizo con agrado”, confiesa.

Así como Daniel, son miles los trabajadores que durante estos 500 días de pandemia han realizado una labor que, aunque silenciosa, ha sido fundamental en el combate del virus en la región

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