La muestra consta de 17 cuadros ilustrados con casos de mujeres víctimas de femicidio y desaparición. «Estamos acá porque Santiago no es Chile», cuenta Julieta Rivera, vocera de la Agrupación de Familiares Víctimas de Femicidio.
Fue en Santiago, en una marcha en noviembre de 2019, cuando levantaron un lienzo con un mensaje que decía que, por cada mujer asesinada, hay una vida entrelazada a muchas vidas….
Precisamente ese día se convirtieron en la primera Agrupación de Familiares de Víctimas de Femicidio en Chile y la segunda de Latinoamérica, tras la formada en Argentina.
Julieta Rivera es vocera y a La Serena llegó este miércoles, «porque Santiago no es Chile», dice mientras acomoda en la Plaza de Armas un lienzo y 17 cuadros ilustrados con las imágenes de mujeres víctimas de violencia, ya sea femicidio y desaparición.
La exposición Por ellas, Memoria Viva, de la ilustradora nacional Jeniffer Ilustra, también fue exhibida hace unos días en la Universidad de Santiago, USACH.
«Nos están asesinando»
Julieta era militante de la agrupación de Ni Una Menos Chile y llegó al activismo, «porque mataron a mi sobrina Paola, de 26 años, en 2014, y con las organizaciones que ya estaban en terreno, decidimos formar la agrupación para acompañarnos, para denunciar estas violaciones a los Derechos Humanos, porque nos están matando, nos están asesinando», cuenta.
De los cuadros, destaca el de Anais, que el 17 de octubre de 2019 denunció la violación sufrida durante la Pampilla de San Isidro, en la comuna de Vicuña. Como no hubo respuesta a su pedido de auxilio, atrapada en su propio dolor, decidió poner punto final a su vida el domingo 28 de junio de 2020.
Para esta exposición postularon a un proyecto con el Fondo Alquimia, donde trabajan con la ilustradora Jennifer Ilustra, «y estas imágenes reflejan todas las violencias, porque antes del femicidio está la violencia psicológica, las desapariciones…».
En los encuentros en distintas regiones, se acompañan a los tribunales, hacen charlas, conversatorios y talleres. Sobre el impacto de estas alianzas, afirma: «Yo me sentía sola, pero hoy me doy cuenta que no estoy sola porque están ellas, porque están todas…».
En la región, la vocera es Camila Aracena, que perdió a su tía en 2021, víctima de femicidio, y hoy dice que la justicia no llega. Y teme que nunca llegue.
Para ella es fundamental «realizar actividades de conmemoración y visibilizar los casos de violencia hacia la mujer, y como en su mayoría no hay justicia, decidimos traer la exposición a la región, que últimamente ha sido fuertemente golpeada por casos de femicidios. Sentimos que falta más acción territorial por parte de las autoridades que representan al Ministerio de la Mujer, más aún durante un gobierno que se hace llamar ‘feminista’, además de hacer un énfasis en las penas, que cada vez son más bajas».