Familia de joven con leucemia exige medicamento que salvaría su vida

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La dosis del medicamento que necesita tiene un valor de 89 millones de pesos. A pesar de que fue autorizado por los médicos e informado al paciente, el Comité de Farmacia del recinto cuestionó la entrega. Sin él, no puede someterse al tratamiento que le permitirá acceder a un trasplante de médula que podría salvarle la vida.

La familia de Johan Ignacio Quijada Pallero está desesperada, han transcurrido dos meses desde que este joven trabajador de 28 años, padre de una pequeña de 7, sufrió una fuerte recaída producto de una Leucemia Linfoblástica Aguda Tipo B que lo aqueja desde 2020, y por estos días está internado en el Hospital de La Serena recibiendo su segundo ciclo de tratamiento de quimioterapia, aunque sin dar los resultados esperados.

Su médico, la hemato oncóloga Constanza Flores, presentó los documentos necesarios en el Hospital de La Serena el 18 de agosto para solicitar la adquisición de un medicamento que haría más eficiente su tratamiento y que resulta ser de una urgencia vital para realizar el trasplante de médula que le salvará la vida. Según lo informado a la familia, bastaba con la firma del subdirector del Hospital, Domingo Fuentes, para su aprobación, lo cual se efectuó el 29 de agosto. Sin embargo, la mala noticia no tardó en llegar. La familia fue informada de que el Comité de Farmacia cuestionó la entrega por motivos desconocidos y deliberará en la próxima reunión agendada recién para el 8 de septiembre, es decir, se estará atendiendo una urgencia vital 20 días después de haberla solicitado.

«No nos entregaron respuestas formales sobre esta determinación, suponemos que es por el alto costo. Tampoco sabemos en qué se basa la gestión interna del Hospital de La Serena para entregar información incierta frente a una complicada situación», asegura Maximiliano Marambio Pallero, hermano de Johan.

Por mientras, el tiempo transcurre y la incertidumbre se suma a la preocupación por la salud del joven. «Pedimos a los directivos del Hospital de La Serena que se pongan la mano en el corazón. Este medicamento está disponible en los laboratorios del país, los médicos ya lo aprobaron, y ahora solo falta que el Comité de Farmacia lo autorice. No podemos esperar tanto porque se trata de un caso de urgencia vital, hay una vida en juego y ahora es cuestión de voluntad. Mi hermano, además, esta con ayuda psicológica debido a su enfermedad. Pedimos urgente que nos escuchen y nos ayuden», implora Maximiliano.

LA RESPUESTA

Desde el Hospital de La Serena, aseguraron que no se le ha negado el medicamento al paciente y que se le han proporcionado dos líneas de tratamiento hasta ahora y actualmente hay una tercera terapia que se está explorando.

Insistieron que, como en todos los procesos de este tipo, deben pasar por la evaluación del Comité de Farmacia, y es en esa instancia que se define si es factible o no, considerando el sustento científico, clínico asistencial y de sustentabilidad.

Iván Marín, director (s) del Hospital de La Serena, aseguró que «el joven se encuentra hospitalizado en nuestro recinto. Se encuentra estable, en términos generales, dada su patología, y la petición del fármaco se encuentra actualmente en proceso. Hemos sostenido un primer contacto con la familia y el lunes fueron recibidos tanto por el subdirector médico de atención ambulatoria como por el jefe de servicio, para dar cuenta en qué está el proceso y cuáles son las perspectivas que se tienen en el corto plazo respecto a la solicitud que nos han realizado».

Asimismo, el director acotó que «esto parte con la solicitud del equipo tratante, el que posteriormente debe ser visado por el jefe del servicio. Posteriormente lo visa el subdirector médico respectivo, el de atención ambulatoria, para pasar al Comité de Farmacia en la instancia normativa para así tener un pronunciamiento a la solicitud, donde se expone la situación del paciente y los estudios que respaldan la pertinencia del uso de ese medicamento».

Marín agregó que estos comités «son una obligación para decidir tanto la incorporación como también la salida de medicamentos. También hay otras fuentes de medicamentos a las que pueden acceder los pacientes, como es la ley Ricarte Soto. También hay una ley del ministerio, que se llama Medicamentos de Alto Costo, y podemos decir que el que se solicita no pertenece al arsenal farmacológico y tampoco a los programas mencionados anteriormente».

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