Familiares marchan exigiendo justicia por sus seres queridos

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Caminaron por las calles de La Serena buscando que se resuelvan sus casos y anunciaron que lo seguirán haciendo. Incluso están organizando una manifestación masiva con una fundación de Santiago.

Varias han sido las manifestaciones, en lo que va del año, que han realizado familiares de personas fallecidas en diversos contextos en la región.
Y aunque no pertenecen a ninguna agrupación, el juntarse y marchar nace desde la necesidad de exigir justicia por todas las personas víctimas de hechos violentos, y para crear una ley que endurezca las penas.
En esta jornada participaron familiares de Jenny Rodríguez, la guardia motorista que mataron «cobardemente» en el puente La Garza el 11 de marzo de este año. También de Luis Carreño, gasfiter asesinado en Puertas del Mar el 4 de marzo de este año, y la madre de Edwards Olivares, joven de 22 años atropellado en Las Compañías el 11 de noviembre del año pasado.
Como ellos, también dijeron presente familiares de víctimas de la comuna de Ovalle, como Lisette Fuenzalida, hermana de Juan Fuenzalida, asesinado en Ovalle el 14 de octubre de 2022.
«El caso está cerrado y no se demoraron ni un mes en condenarlo. Supuestamente esta persona es esquizofrénica y por eso se encuentra cumpliendo una pena de cinco años en una cárcel de Putaendo, pero todos sabemos que no es una cárcel, sino que un psiquiátrico», lamenta Lisette.

Desde la rabia
Darla Rodríguez, familiar de Jenny Rodríguez, lleva la voz cantante. Reclama, porque dice que en la región «han existidos múltiples accidentes o actos violentos que lamentablemente no han sido visibilizados», y precisamente a raíz de una movilización que realizaron como familia, «se nos unió más gente y hoy todos nos estamos apoyando mutuamente, porque si el poder judicial no está con uno, no nos queda otra opción que hacernos contención entre nosotros».
Hoy son 16 las familias que buscan justicia, y en el caso de la tía Jenny, como era conocida, la causa está aún en investigación.
Reconoce que, debido al dolor y al luto, «tuvimos que emerger y desde la rabia e impotencia, pedir justicia, porque si alguien mata a alguien, lo mínimo que debe cumplir es una sentencia. Quizás no eran las ganas de conocernos entre todos, pero la fuerza y el amor a nuestros familiares nos invita a esto, a exigir que el poder judicial de una vez por todas trabaje en pos nuestro».

Seguimos sufriendo
Fue la noche del pasado 4 de marzo cuando Luis Carreño, de 38 años, fue abordado por un sujeto para quitarle su teléfono celular mientras volvía a su hogar en el sector de Puerta del Mar, en La Serena. Luis opuso resistencia, pero el hoy imputado como autor material del robo con homicidio, sacó un arma cortopunzante, propinándole una herida mortal para luego irse del lugar.
«Ellos se encuentran en prisión preventiva, pero han aplazado el juicio preparatorio y estamos a la espera de que inicien las audiencias, pero todavía nada. Es una lástima, porque el juicio tenía fecha para este mes y ahora está aplazado para septiembre», señala Marisol Pezoa, su esposa, presente en las manifestaciones.
Y precisa que lo seguirá haciendo «por la demora que ha existido en los tribunales, pero también para visibilizar todo lo que nos pasa, dado que a todas estas familias se les ha matado a un ser querido y las personas responsables se encuentran en libertad, mientras nosotros seguimos sufriendo».

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