Respecto al subarriendo del inmueble, aseguran que llevan harto tiempo haciendo tratativas para quedarse en el lugar, «porque no queremos que quede como el
Santa Inés o la Casa Jiliberto…»
Por mucho tiempo han estado detrás del ex Cine Centenario, de poder recuperar un espacio que en su tiempo fue una obra monumental.
El desafío es gigante «y por eso llevamos meses conversando», cuenta Antonieta Pinto, secretaria de la Fundación Cultural Teatro Centenario Nuestro Legado. Incluso, evitando «que se pusiera una tienda Entel, por ejemplo», agrega.
Pero mucho antes comenzaron con las mesas técnicas para tener un respaldo, aunque lo primero que hicieron, recuerda, «fue preguntarnos ¿realmente la ciudadanía quiere recuperar este teatro o a nadie le importa? Y así fuimos, paso a paso, y entremedio conversando con toda la gente que hemos podido».
Para la fundación existe interés y dicen tener el respaldo del ministerio de las Artes y Las Culturas y de empresas privadas para el subarriendo del recinto a la empresa inmobiliaria Alta Cruz, que desde 2020 le alquila el teatro al Arzobispado.
«Nosotros queremos que quede en buenas manos, que no quede como un Santa Inés o un Teatro Municipal, por eso pedimos el apoyo del ministerio para que se remodele y quede un espacio que sea apto», advierte. Y sostiene: «La visión de esta fundación es recuperar el espacio, ahora que se han sumado empresas y nos han querido apoyar y financiar esto con la ley de donaciones culturales…».
Sin embargo, las ganas se fueron diluyendo cuando el viernes pasado visitaron el recinto y se encontraron que en su interior se estaban realizando trabajos «sin los permisos necesarios», según una denuncia realizada ese día, pues se fiscalizó y se paralizaron las obras.
«En realidad nos dijeron una cosa (la empresa inmobiliaria) y después estaba pasando otra. Fuimos ese día porque el Ministerio de Cultura, que había ofrecido poner dinero para la reconstrucción, quería ver el lugar, también Patrimonio y el Consejo de Monumentos. Además íbamos con una constructora y nos encontramos con los trabajos, cuando habíamos conversado con la empresa que querían poner dos tiendas dentro del teatro, pero les dijimos que era una aberración, porque ya habían arrendado el café a una óptica con permisos municipales, por lo que el alcalde tiene mucho que ver en esto», señala.
Estamos
dando todo
Reconoce que hace mucho tiempo vienen desarrollando un plan de trabajo de gestión, el que incluso iniciaron con el ex seremi de Cultura Francisco Varas.
«Si bien el plan quedó a medias, nuestro objetivo es seguir, incluso le enviamos una carta al Presidente Boric y los próximos días tenemos una reunión con el ministerio para terminar el plan de gestión, que es muy importante para el funcionamiento».
Llevan tres años trabajando como fundación, tiempo en que han desarrollado mesas técnicas y conversatorios, «así que existe harto material que se ha recopilado, amén de más de cuatro mil firmas reunidas…».
No obstante, y pese al apoyo, creía que iban por un buen camino, «pero finalmente nos damos cuenta de que les interesa más el dinero que recuperar el teatro. Nos damos cuenta que no quieren recuperarlo, porque si instalan estos dos locales quitan por lo menos cien butacas y eso hace que el teatro no se pueda utilizar. ¿Sabe? La ciudadanía quiere tener un teatro en óptimas condiciones y no queremos que quede como el Santa Inés o la Casa Jiliberto, que compraron para la cultura pero hoy se utiliza para oficinas municipales».
Pese a todo, asegura que como Fundación Cultural Teatro Centenario seguirán luchando por conseguir el subarriendo, «y si se lo arrendarán a otra institución o persona, que tenga una buena administración. Existe mucho apoyo, pero al final la decisión es de la empresa inmobiliaria y nosotros vamos a seguir luchando porque se recupere el recinto y de buena manera».
De todos modos, admite que «somos los únicos que hemos tratado de hacer algo, de llegar a conversaciones con el Arzobispado, con la empresa, todo con el apoyo del ministerio, qué más quieren. Creemos que estamos dando todo, y si a eso le sumamos el apoyo de empresas importantes a nivel nacional, que solamente están esperando que podamos firmar el contrato para poder gestionar…».
