Frente a una desertificación que avanza sin tregua, el Ministerio de Agricultura apunta a maximizar la eficiencia hídrica con tranques, tecnificación, recarga de acuíferos y ordenamiento territorial. El seremi Christian Álvarez afirma que el foco ya no es resistir este año, sino adaptarse a un nuevo escenario climático.
Por Joaquín López Barraza
En una región donde la lluvia es cada vez más escasa y los embalses se vacían a un ritmo alarmante, el gobierno regional y el Ministerio de Agricultura han decidido mover sus fichas. Más de $24 mil millones se invertirán este año en obras de riego, tecnificación y programas de eficiencia hídrica. Según el seremi Christian Álvarez, se trata de un cambio de enfoque: dejar de reaccionar ante la emergencia y comenzar a planificar para un futuro donde la sequía es la norma.
«La situación ya no es coyuntural. Estamos frente a una condición permanente», afirma Álvarez, en línea con las advertencias de científicos que hablan de desertificación más que de sequía. Por eso, el ministerio ha concentrado sus esfuerzos en aumentar la eficiencia del uso del agua, más que en simplemente resistir un nuevo año seco.
Las medidas se despliegan en múltiples frentes. El primero: obras de infraestructura. «Estamos invirtiendo en revestimiento de canales, en tranques medianos de hasta 25 mil metros cúbicos, y en riego tecnificado de alta precisión, con programación inteligente y sensores satelitales», detalla el seremi. En Pan De Azúcar, por ejemplo, ya se inauguró un tranque con capacidad para 25 mil metros cúbicos.
Otra prioridad es la recarga de acuíferos. Equipos técnicos trabajan junto a las Juntas de Vigilancia del Elqui y comunidades del Limarí en modelos que permitan reinyectar el agua subterránea. «La idea es no agotar las napas. Por eso impulsamos riego subterráneo que va directo a la raíz y alcanza eficiencias de hasta un 98/ %», explica.
La planificación también alcanza al territorio y los cultivos. «Estamos haciendo un ordenamiento hídrico en Choapa, donde se va a sugerir qué cultivos mantener y en qué cantidad, según la oferta de agua en cada sector», adelanta. El objetivo: evitar crisis futuras por sobreexplotación, como ocurrió con el boom del palto en la década pasada.
Además, se trabaja en una plataforma digital que entregará información en línea sobre el estado de los recursos hídricos en cada punto de la región. «Será una herramienta abierta, para que agricultores, APR y cualquier persona sepa en tiempo real cuál es la situación del agua en su zona», dice Álvarez.
Para todo esto, la billetera también se abrió. A los $17 mil millones del presupuesto regional de la Comisión Nacional de Riego, se sumarán $5 mil millones desde el Gobierno Regional para financiar proyectos que ya están técnicamente evaluados pero no habían logrado recursos. «La demanda es mucho mayor que el presupuesto, por eso salimos a buscar más fondos», comenta el seremi.
INDAP también adelantó sus concursos y ya ha asignado más de $1.200 millones de un total de $2.000 millones destinados a riego. En total, la región movilizará más de $24 mil millones para enfrentar la escasez.