Impactos de la sequía: Desempleo y cambios en técnicas productivas

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– En los últimos 12 meses se habrían perdido 600 empleos en la provincia de Limarí.
– Y de agudizarse la crisis, se podría llegar a los cuatro mil.
– Muchos crianceros han decidido trabajar en el sistema estabulado -y semi-, ya que ir a la cordillera para la alimentación de sus animales ya no es muy conveniente.

La sequía ha traído consigo una silenciosa resignación en los crianceros, especialmente de las provincias de Elqui y Limarí. Cientos han tenido que optar por otros rumbos ante la pérdida del trabajo, y otros han debido reducir sus animales como una opción de supervivencia.
Hoy, el ganado caprino que antes podía verse en gran cantidad al pasar por las zonas rurales, es cada vez más escaso. Menos pastoreo para el trashumante, que ha tenido que optar por el sistema estabulado, quizás como resignación, aunque hoy es la alternativa más eficaz para seguir con este rubro.
Porque si bien no hay qué pueda reemplazar al forraje en la cordillera o en los cerros, hace un tiempo que muchos crianceros están optando por este proceso de reconversión del ganado caprino, ya que bajo el sistema que actualmente tienen, principalmente la mayoría, ir a la cordillera para la alimentación ya no es muy conveniente, como explica Hugo Herrera, del sector El Trapiche, en la comuna de La Higuera.
«Nosotros trabajamos con un sistema ciento por ciento estabulado, y el mejoramiento de la genética en los animales para la producción de leche es vital en este sentido. Para nosotros en este momento es rentable, porque trabajamos con cabras de raza Saanen, que con buena alimentación te arroja de 3 a 4 litros diarios de leche, comparado con una cabra criolla, que llegará al litro y medio…».

Como el desierto viene avanzando a pasos agigantados, reconoce que tuvieron que implementar el sistema de bebedero automatizado, donde el animal toma el agua que solo necesita, «y así no tenemos desperdicio. Llevamos más de un año con este sistema y se ahorra mucha agua».
Desde el Choapa, el presidente de los crianceros, Héctor Báez, señala que muchos han perdido animales y han tenido cambiar su raza, incluso algunos ya se han dedicado al estabulado, «y esa gente ha podido producir porque está alimentando, aunque nos hemos visto en la obligación de tener poco ganado. En el Choapa tenemos cerca de 2.300 crianceros, y si bien ha aumentado, no así la cantidad de ganado. La situación es compleja y para el criancero la cordillera ha sido bondadosa y ha tenido un poco de forraje, siempre pensando que si no llueve esto se complicará más».
No obstante, es crítico en su análisis, admitiendo que frente a este difícil escenario de escasez hídrica que afecta a toda la región, la ayuda aún no llega, el agua se acaba y las deudas obligan a cerrar las cosechas.
«No ha existido un plan de gobierno para poder mitigar de mejor manera una situación que cada día se agudiza. Y en cuanto a la venta de queso, ha sido bien difícil, pues los crianceros que hacen trashumancia, que van a la cordillera, han estado produciendo, pero el precio del queso ha sido bajo, porque para la mayoría de quienes estamos en este rubro, el precio los manejan los comerciantes, no nosotros».

Cuatro mil cesantes

La interminable sequía tiene a los crianceros y a gran parte de las localidades rurales en la agonía. A ello se suma la falta de trabajo, como advierte el seremi de la cartera Christian Álvarez, especialmente en la mano de obra en el sector silvoagropecuario.
«La información que manejamos es que en los últimos 12 meses se habrían perdido 600 empleos en la provincia de Limarí, y de agudizarse la crisis, a fin de año podríamos llegar a los 4 mil solo en ámbitos directos y formales», sostuvo.
Debido a esta situación, como gobierno y según la información aportada por el seremi del Trabajo y Previsión Social, Francisco Brizuela, se han levantado diversas iniciativas para su rehabilitación productiva, como la elaboración de un programa de capacitación centrado en la crisis hídrica.
«Este programa se está ejecutando en conjunto con las OMIL de las municipalidades. Sus líneas son Reconversión, Consejo Regional de Capacitación y Oficios. Además, desde el Ministerio de Agricultura el aporte del Programa de Suelo degradado para la contracción de obras y el programa de obras menores de riego para la habilitación de pozos. Por último, señalar la importancia de la puesta en marcha del programa de Capacitación y Empleo (PROFOCAP), ejecutado en conjunto con la seremi de Desarrollo Social, presente en cinco comunas de la región».

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