La socióloga ovallina de 33 años tiene como objetivo ser la carta independiente
de los constituyentes por la Región de Coquimbo.
Un proceso arduo, pero corto, es el que se inició luego de los resultados aplastantes en el plebiscito celebrado el pasado 25 de octubre, con respecto a la definición de los candidatos constituyentes. Este es el caso de Katharina Pavletich, socióloga ovallina quien ha desarrollado su vida estudiantil y profesional en la cuarta región y decidió ser la carta por el Distrito 5 de Coquimbo para defender y construir una Constitución democrática, inclusiva y adaptada a las necesidades actuales de un Chile que crece.
La candidata independiente es socióloga de la Universidad Central de La Serena y cuenta con dos Magister en las áreas de Organizaciones Sociales e Intervención en Poblaciones Excluidas, de las Universidades del País Vasco y la Universidad de Nebrija de Madrid, España, respectivamente. «Creo y lucharé incansablemente por los derechos sociales, aquellos que facilitan a las personas de un país a desarrollarse en autonomía e igualdad, son aquellos derechos que les permiten unas condiciones económicas y de acceso a bienes necesarios para una vida digna e inclusiva», señaló Pavletich.
Dentro de sus pilares de campaña están los derechos de las personas en situación de discapacidad, los derechos de personas adultas mayores, los derechos de la niñez, el derecho a la vivienda, el derecho a la alimentación, a la igualdad de género. Esto con el objetivo de generar un país más inclusivo y amable. «En nuestra región de Coquimbo, la población en situación de discapacidad representa un 19,6% del total, y por tanto es fundamental incorporar sus derechos en la Constitución». Katharina ha hecho suya esta causa producto de su experiencia profesional desarrollada como Coordinadora del Programa de apoyo a las personas en situación de discapacidad en la Municipalidad de La Serena.
Además, la joven socióloga tiene como anhelo que reconozcamos Chile como un Estado plurinacional, donde sean incluidos y respetados los derechos de los pueblos y naciones indígenas. Y finalmente, el derecho a vivir en un medioambiente sano, donde se proteja la diversidad y el medio ambiente, además de reconocer el agua como un bien nacional de uso público y social, bajo gestión del Estado. «Pertenezco a una de las muchas minorías que existen en nuestro país, tengo una enfermedad rara y progresiva que me ha acompañado toda la vida y entiendo perfectamente cómo se lucha día a día por construir desde la base un país más inclusivo, desde todo el grueso que expresa esa palabra», destacó.
