Leones de bronce traídos desde EE.UU. al puerto, de un lado a otro

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Gestionados por Pedro Velásquez, en una de sus tantas determinaciones grandilocuentes que dejó su paso como alcalde de Coquimbo. Fueron cuatro esculturas de leones de bronce traídas directamente desde Miami, queriendo emular grandes plazas del mundo. Tras deambular todos estos años buscando una ubicación definitiva en la comuna, la administración Manouchehri pretendería darle un final feliz a dos de los ejemplares que se encuentran guardados entre escombros en las bodegas municipales.

Por Waldo Gutiérrez.

Porque los otros dos leones están desde noviembre de 2019 en una plaza de La Herradura. Varias autoridades pretendieron darle una casa final, sin embargo ha sido un largo safari el que han de recorrer los felinos salvajes.
Así como la Mezquita, la Cruz del Tercer Milenio, el Edificio Consistorial o las palmeras por la ciudad, de la compra de estas estatuas surgen varios mitos. Operación que no estuvo exenta de polémicas por el alto costo que habría significado. Velásquez no habría estado siquiera presente cuando cortaron la cinta en aquel espacio que tenía pensado en un comienzo: La Cantera.
En el sitio que hoy es el actual paso bajo nivel de La Cantera, en la fuente de agua, se había pensado que quedarían para siempre las llamativas obras, mirando hacia los cuatro puntos cardinales. Siete meses después comenzaron los trabajos de la doble vía, echando por tierra el anunciado proyecto.
Bajo el gobierno comunal del fallecido Óscar Pereira, los leones permanecieron guardados en distintos recintos municipales, y claro, venía caliente el tema de la destitución por fraude al fisco de Velásquez, por lo que administración entrante habría decidido prácticamente esconderlos, cuentan fuentes de la municipalidad.
Fue el doctor Cristian Galleguillos quién había hecho hasta ahora el esfuerzo más significativo por recuperar a los melenudos. Cuenta a LA REGIÓN que en uno de esos días de terreno, se los encontró cara a cara en una bodega de Guayacán, todos demacrados y descuidados.
Un experto los revisó como en cualquier atención veterinaria. Había esperanza, ya que el diagnóstico era positivo. Gozaban de buena salud, entonces se mandaron a reparar. El doc se puso como meta levantar el proyecto enterrado de Pedro Velásquez, con la tesis de que no habría razón para tenerlos ocultos si la inversión pública ya se había ejecutado.

DE AQUÍ PARA ALLÁ
Con la ayuda de trabajadores de Sacyr, hicieron una presentación en la escalera grande del Edificio Consistorial y otros dos por el ingreso de Melgarejo. Movían los leones con maquinaria de aquí para allá. Parecía que la fachada de la torre de calle Varela sería su lugar definitivo, pero no, de nuevo se presentó un obstáculo. Y es que la obra gruesa que se llevaba a cabo en la casa edilicia hizo imposible mantenerlos con todo el contexto que los rodeaba, repleto de maquinas corrían peligro de romperse.
«Lo hicimos pensando en forma paralela en rescatar el proyecto de Velásquez e instalarlos en un lugar del Consistorial, la idea la sacamos de un cajón junto a profesionales de Secplan, logramos el RS y el financiamiento inicial y pudimos reflotar un proyecto bonito como en otras ciudades del mundo», dijo el ex alcalde Galleguillos.
Dos de los leones fueron bautizados por la ex autoridad como Fuerza y Coraje, conceptos asociados a los colores aurinegros.
«Quisimos rescatar ese símbolo de liderazgo que tienen los leones, de fuerza, tenemos también la presencia en nuestra comuna del Club de Leones, quienes empezaron con La Pampilla. Estos animales simbolizan algo especial a pesar de que alguno dirá por ahí ¿qué tienen que ver los leones con Coquimbo?, nosotros teníamos ideas con lobos marinos del Mercado del Mar, un culebrón, animal mitológico típico de Coquimbo, en la Avenida Costanera, pero no tuvimos la chance de prosperar en los cuatro años, lo hicimos postulando a fondos externos, pero no pudimos», puntualizó el ex edil.
Entonces se volvieron a guardar. Llegó el turno del alcalde Marcelo Pereira, quien estuvo presente en las mejoras de una plaza en La Herradura, donde se instalaron dos de los leones, que aún continúan en aquel sector. Esos serían Fuerza y Coraje. Pero ¿qué pasó con los otros dos?

LA PAMPILLA
A propósito de la realización de La Pampilla este año, luego de dos años de cese por pandemia, el concejal Pablo Galleguillos señaló sus intenciones y la de algunos colegas para rescatar y trasladar a los leones guardados al ingreso del recinto donde se celebra la fiesta más grande de Chile.
El objetivo sería hacer homenaje a la famosa organización porteña que se adjudicara la concesión de administrar La Pampilla por años, trayendo artistas de renombre y dejando en la cima el evento. Con esos recursos obtenidos, en 1978 finalmente lograron comprar el recinto a nombre de la municipalidad de Coquimbo.
«Yo sé que es una decisión suya alcalde, pero por un tema de reconocer al Club de Leones sería importante», dijo el concejal en concejo.
El alcalde aquella vez (dos semanas atrás) señaló que habría que revisar el real estado de como están y si hay posibilidades se podrían llevar a la Pampilla.
«Hay algunos medios flacos, la melena, medios pelados, pero se puede, lo podemos analizar, de llevarlos al acceso de la Pampilla. Tienen su encanto, hay algunas personas que les gusta y a otros no. Podemos verle quizás otro acceso, algún nuevo lugar antes que estén en la bodega, es una locura que sigan en la bodega», dijo el jefe comunal.
El concejal UDI Mario Burlé fue miembro, al igual que su padre, del Club de Leones. Recalcó en esa misma oportunidad sobre el trabajo del entonces alcalde Alfonso Juan-Oliver Orrego y Guillermo Molina liderando la entidad. El ex intendente se sumó a la iniciativa de que los leones de la bodega pasen a la Pampilla y los que están en la Herradura se mantengan en el sector.

 

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