A eso de las 09:50 horas de este martes, Carabineros recibió una llamada anónima señalando que en el Liceo de Niñas Gabriela Mistral había una bomba. A raíz de eso, las autoridades del establecimiento dispusieron evacuar el edificio de manera preventiva, logrando sacar a los más de 500 alumnos y funcionarios hasta la Plaza Tenri, la que previamente también fue registrada.
Finalmente, y como se imaginaba Carabineros, todo fue una pitanza, puesto que en los casi 30 minutos de búsqueda no se logró encontrar nada.
«El año 2017 los avisos de bomba fueron entre 8 y 10 y este año llevamos recién uno, pero en la mayoría de los casos son los mismos alumnos quienes hacen las llamadas anónimas y, en épocas de examen, son habituales. Suele pasar en los términos de semestre, principalmente en la universidad y en los colegios», declaró el suboficial Cristián Reyes, encargado del procedimiento y jefe subrogante del Gope de Carabineros Coquimbo.
Pero, ¿cómo es el protocolo en caso de un aviso de bomba? Así lo explica el suboficial Reyes.
«Una vez activado el procedimiento, Carabineros aísla el perímetro exterior y se entrevista con la encargada del recinto, en este caso con la directora, y una vez constituidos en el lugar, se realiza el chequeo, porque en este caso específico, la evacuación que se realizó fue en la plaza, entonces ese lugar también hay que revisarlo antes».
Posterior a eso, agrega que «la persona que recibe el llamado tiene que tratar de sacar la mayor información que pueda y tras la evacuación, nos entrevistamos con la encargada y le preguntamos si es necesario hacerla. Si hay cursos en prueba, se presume que son pitanzas, entonces con la directora se va a la sala y se les consulta si han visto algo extraño, pero por mayor seguridad, se evacua a todos. Posteriormente, comenzamos a realizar el registro por todas las dependencias en compañía del personal del colegio y se revisa el baño, casino, basureros, ducha…».
En caso de que la persona que contesta el teléfono no logra sacar información, indica que «quedamos prácticamente ciegos y tenemos que efectuar todo el registro y en todos los lugares posibles. En este caso, revisamos 27 salas, dado que la dependencia del liceo es enorme. Cuando estamos a ciegas dependerá de la directora que, como conoce el lugar, nos pueda orientar y ahí comenzamos por la sala de profesores, la dirección y vamos abarcando hasta descartar que no existe nada».