Madre de Romario se reúne con Gustavo Gatica y Fabiola Campillai

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Las ganas de esta mujer por conocer en persona a estas figuras emblemáticas del estallido terminaron por cumplirse. La conexión se logró, y durante estos días Mary Cortés visitó la comuna de Colina, lugar donde vive Gustavo, quien perdiera la visión producto de una lacrimógena disparada por un carabinero.

«Puras enseñanzas y cosas lindas me deja haber estado compartiendo con ambos. La juventud y las ganas de aferrarse a la vida de Gatica me hacen recordar a mi Romario. Tenía todos los antecedentes del caso, cuando me vio, solidarizó inmediatamente a pesar de todo lo que ha pasado».

La reunión contó con la presencia de Fabiola Campillai, mujer de 36 años que también sufriera la pérdida de sus ojos por un disparo policial. Se sacaron fotografías con banderas alusivas a su hijo. «Fin al pacto de silencio en el Ejército de Chile, justicia para Romario y libertad para los presos de la revuelta», decía la tela.

«Acá estamos en una situación compleja, donde el pueblo solo ayuda al pueblo, no nos queda de otra ante un gobierno que no es capaz de darnos la divina justicia. De Fabiola me llevo su garra, de verdad que me da envidia las ganas de salir adelante que tiene esta mujer, ella fue muy atenta y me entregaba su admiración por mis ganas de luchar. Pero en realidad ellos dos merecen más reconocimientos que yo», revela Mary Cortés.

Junto a su nuera, la polola de Romario, Francesca Escudero, pasaron a saludar a Mario Acuña en la comuna de Buin. Este último fue noticia en su momento tras ser brutalmente atacado en las inmediaciones de un supermercado en medio de un saqueo, y dejado sospechosamente «moribundo» por carabineros en un recinto de salud. No existen pruebas para involucrar a la patrulla en el suceso ni otros sospechosos. Hoy se encuentra con un daño neuronal severo.

«Me dio mucha tristeza la cita con Mario, él está en un estado muy crítico. Verlo con las consecuencias de una paliza es sumamente fuerte. Espero que el gobierno se deje de hacer esperar en esta larga agonía a las familias que perdimos un ser querido, y otros que sufrieron del terror de las policías chilenas».

El camino ha sido largo desde la muerte de su amado hijo, cuenta Cortés a LA REGIÓN. «Es otro estilo de vida que se siente duro», agrega emocionada. Y dice que la justicia no llega, que han dilatado todo este tiempo para una jornada de sentencia final. Junto al equipo de abogados querellantes ha intervenido incluso en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y del Senado, para pedir responsabilidades concretas.

«EL GENERAL
NO ME RECIBIÓ»

Ha realizado manifestaciones públicas. También ha tenido participaciones en medios nacionales. De hecho, anoche estuvo en el programa «Mentiras Verdaderas», de La Red, contando su crudo testimonio. Eso sí, ya se había hecho sentir cuando emplazó directamente a Piñera afuera de La Moneda.

«Portazo» que también se lo habría dado Ricardo Martínez, comandante en jefe del Ejército, según la mujer, la habría dejado plantada.

«Habíamos agendado una entrevista con el oficial para hacerle sentir nuestra molestia, de tanto tiempo que ha pasado sin justicia, pero ellos mandaron a otro general del que ni siquiera me acuerdo su nombre».

Es un caso absolutamente abierto, puede pasar cualquier cosa y la familia de Romario lo sabe, por eso están alerta.

El Juzgado de Garantía de La Serena anunció la formalización del capitán José Faúndez Sepúlveda, quien estaba a cargo del operativo militar que terminó con la vida del joven «rapero» y que, además, dejó a dos heridos de gravedad: César Véliz y Rolando Robledo.

En la actualidad, el oficial se encuentra en prisión preventiva por los delitos de homicidio simple y frustrado, además de violencia innecesaria con resultado de lesiones graves. Por otro lado, la Contraloría General de la República ordenó al Ejército de Chile realizar un sumario interno para identificar a los responsables del asesinato de Romario Veloz.

CON LOS OJOS PUESTOS
EN EL CAPITÁN FAÚNDEZ

Mary ha iniciado múltiples actividades comunitarias relacionadas a las demandas sociales del estallido de octubre. Se le ve activa participando con los amigos de su hijo.
«Y no voy a parar hasta lograr que el capitán Faúndez pague todo lo que sea necesario, para remediar en algo el dolor de quitarme a mi hijo, es doloroso pensar que van pasando las semanas, los meses, los años, y no hay justicia. Yo mañana regreso a la región, después de haberme reunido con gente maravillosa me voy con más fuerzas que ayer, por mi hijo y por todos los caídos de la revuelta», finalizó la mamá de Romario.

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