Ayer al interior de la mina subterránea Huasco del sector farellón Sánchez a 50 kilómetros al norte de Illapel, el minero Miguel Armando Aguilera Araya, de 44 años, pereció al ser aplastado por material rocoso que lo aplasto, causándole serias herida en distintas partes del cuerpo.
Previo al accidente Aguilera, casado, con residencia en pasaje El Canelo de la villa Plan de Hornos Illapel, estaba realizando labores de apuntalamiento con madera de los soportes de la galería del yacimiento cuyo propietario corresponde a Antonio David.
Pero durante esas faenas el minero fue aplastado por un derrumbe de piedras y tierra, por lo que fue solicitada la concurrencia de Bomberos, que iniciaron los trabajos para rescatar el cuerpo de la víctima.
Por orden del fiscal de turno la Brigada de Homicidios de la PDI, junto a peritos concurrieron al yacimiento a reunir indicios para precisar las circunstancias que causaron el fatal accidente para definir posibles responsabilidades.
Además el Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernaegomin, envió a profesionales a realizar el respectivo proceso indagatorio, definiendo en primera instancia que la mina Huasco, contaba con toda la documentación en regla para trabajar.
Fatales accidente en la misma zona
Hace dos años, también en el sector de Farellón Sánchez, ocurrieron dos accidentes con deceso de trabajadores de dos minas distintas.
El 8 de abril Roberto Carlos Núñez Ahumada, de 36 años, dejó de existir cuando operaba una retroexcavadora en la Mina Potrerillos, cuya cabina fue impactada por cerca de 20 toneladas de rocas que procedieron a desprenderse de una ladera de un cerro de la faena minera.
Núñez, murió de forma instantánea debido a politraumatismos.
El otro caso ocurrió el 19 de diciembre en la yacimiento La Juncal, punto 1, cuando la víctima Alejandro Rojas Sánchez de 35 años junto a su compañero de labores Manuel Fuentealba Barriga, fueron aplastados por un balde cargado con minerales que cedió de unos soportes, causando la muerte a Rojas y graves heridas a Fuentealba.
