Ministro de Bienes Nacionales: «Es el Ministerio de la Vivienda el que declara un loteo irregular»

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Julio Isamit, ministro de Bienes Nacionales, por loteos brujos: «Cuando ya están instalados piden que les lleven el agua, un Cesfam o una comisaría, y evidentemente esas no son zonas necesariamente de desarrollo urbano».

El ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, estuvo en La Serena para participar en distintas actividades, una de ellas fue la conmemoración de los 20 años de las Rutas Patrimoniales, además de ceder el terreno del Espejo del Agua para la instalación de circos, instancia en donde aprovechó de presentar al nuevo seremi, Vicente Cortés. En entrevista con LA REGIÓN aborda la complejidad de los loteos brujos o irregulares.

Fue en la reunión de la Asociación de Municipios de Coquimbo cuando el alcalde de la comuna puerto, Alí Manouchehri, puso sobre la mesa la necesidad de tratar en profundidad el tema de los loteos irregulares, luego de la situación vivida en Pan de Azúcar hace algunos días, donde vecinos protestaron por el corte del suministro eléctrico debido al incumplimiento de un particular que hacía de nexo entre ellos y CGE.

Respecto a los loteos «brujos» o irregulares, el ministro de Bienes Nacionales explica que es donde se hacen subdivisiones de los terrenos que no corresponden al mínimo, que son 5 mil metros cuadrados.

«Para que un loteo sea brujo o irregular debe haber una declaración formal, que la hace la autoridad correspondiente, que es el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ellos determinan cuando un terreno no corresponde a la planificación urbana de las ciudades», señala,

Una vez que un loteo es declarado irregular, el Ministerio de Bienes Nacionales no puede regularizar la pequeña propiedad en esos lugares».

Motivo por el cual destaca que es importante el trabajo en conjunto para prevenir el desarrollo de loteos irregulares, «porque muchas veces vemos personas que denuncian en Bienes Nacionales estos sitios, pero no somos la autoridad competente, sino que es la autoridad de Vivienda, pero de todas maneras el trabajo en colaboración es el que nos permite identificar tempranamente estos lugares y alertar a las familias para que compren una propiedad y no el sueño o expectativa de una».

No forman parte del plan
de desarrollo comunal

En cuanto a las exigencias de servicios municipales, como el retiro de basura, electrificación o agua, señala que «sabemos que hay muchas familias que se han instalado en terrenos u ocupaciones por la situación económica, y atendemos la necesidad de esa familia, pero una cosa muy distinta son los inescrupulosos que se toman terrenos para tratar de venderlos como si fueran privados, o bien aquellas personas que a través de una toma buscan saltarse el conducto regular, es decir, la planificación y desarrollo de las ciudades, porque muchas veces se instalan en un lugar sin dejar espacio para calles y servicios básicos, y luego, cuando ya están instalados, piden que les lleven el agua, un Cesfam o una comisaría, y evidentemente esas no son zonas necesariamente de desarrollo urbano».

PONERLE «COTO»

«Muchos de esos lugares son en quebradas o lugares riesgosos, donde nunca va a poder haber ahí el desarrollo de una ciudad, por eso es tan importante poner ‘coto’ o atajo a esta situación, porque cada vez que se van generando loteos irregulares se afecta el desarrollo de una ciudad y el mejorar la calidad de vida de las personas, y se termina con verdaderos ghettos dentro de ciudades, como pueden ser Coquimbo o La Serena», señala.

En relación a las tomas de terrenos que no están pensadas como zonas urbanizables, comenta que «no hay servicios sanitarios, tampoco Carabineros, no hay atención de salud ni menos educacional, ni áreas verdes o caminos, es la peor de las situaciones y se genera por la vía de la fuerza, de los hechos, un desarrollo urbano que no está pensando y ni que muchas veces se puede hacer legalmente, el Ministerio, por ejemplo, no regulariza en zonas de riesgo, porque la propia ley impide que puedan haber ciertas construcciones, entonces muchas veces hay familias que se instalan en zonas de riesgo, ocupan y quieren que ahí se desarrolle la planificación urbana de la ciudad, cuando por disposición urbanística no se puede».

Consultado por la dualidad entre el que compró sin saber mucho, versus la ocupación ilegal de un terreno, señala que «hay dos fenómenos que son distintos, uno que es el loteo brujo o irregular, es decir, aquella persona que compró un terreno pero que no adquirió el dominio, si no que un derecho de una porción mayor, y pasa mucho en Chile, pero no es dueño de ciertos metros cuadrados o de ese terreno en particular, y podríamos decir que es el peor de los mundos, porque son familias que trataron de cumplir el sueño de la casa propia y compraron una pesadilla, porque nunca van a poder ser dueños y muchas veces terminan en la indefensión, y son a ellos a quienes queremos apoyar».

«Cosa distinta es el fenómeno de la ocupación ilegal, que son personas que se instalan en terrenos ajenos a sabiendas, y se lo toman para que por la vía de la fuerza obtener lo que no han logrado de manera legal, y evidentemente somos conscientes que en Chile se han generado un fenómeno de ocupaciones ilegales masivo y estamos haciendo distinciones a familias con necesidades, porque lo han pasado mal», agrega.

Recomienda informarse y hacer los estudios de título, que es lo esencial antes de comprar una casa, un terreno o un departamento.

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