Quedan dos semanas para que se acabe la temporada alta como tal, y las proyecciones indican que la ocupación hotelera estará cercana del 70%, pudiendo incluso estar más alta debido a que se ha observado un turista espontáneo que no reserva con anticipación. Desde los gremios reconocen un impacto por el retroceso a Fase 2, pero pese a las externalidades, la temporada ha dejado cifras azules.
Dos semanas quedan antes que se acabe la temporada estival y las personas vuelvan a sus trabajos y los niños al colegio, que por ahora será presencial.
En cuanto a la ocupación durante el verano, Jorge Robledo, director regional (s) del Sernatur, explica que «nosotros hacemos sondeos cada quince días a la oferta, para ver como están sus tasas de reservas, y ahí hacemos una proyección de como vendría el mes».
Así, para el mes de enero tenían una proyección regional de un 72% de llegadas y llegaron más de un 75%, «de hecho, nosotros tenemos un análisis de tasas de alojamiento con dos destinos principales, que es el valle Elqui y La Serena- Coquimbo, y en esos destinos nuestra proyección era un 68% para el valle y un 71% para la conurbación, y lo que realmente hubo fue un 78% para el valle y un 76% en La Serena y Coquimbo».
«Fue casi un 10% más de gente de lo que habíamos proyectado en enero, y para febrero lo que nosotros proyectamos andaba en la misma línea, alrededor del 70% de ocupación y un 72% para La Serena y Coquimbo… Por lo que estaríamos hablando de un 70% de proyección», agrega.
Robledo explica, «de lo que nos hemos dado cuenta, es que como hacemos estos sondeos una vez a la semana, y los establecimientos nos informan que tienen un 60% de ocupación, y cuando nos preguntan indicamos que estos establecimientos tienen cupos, pero cuando llaman ya no hay capacidad».
«Cambia muy rápido la reserva, de un día para otro o cada dos días, como que la gente se viene de repente, ya que el turista actual necesita saber cómo están las condiciones de la comuna o la región para viajar, saben en que fase se encuentran y su tema personal, en donde posiblemente muchos puedan estar en cuarentena o con contactos estrechos, así que apenas se sienten bien, agarran sus cosas y salen de vacaciones, no hacen las reservas con mucha anticipación», añade.
Locatarios de la Avenida
del Mar: «el cambio a fase 2
impactó fuertemente»
María Antonieta Zúñiga, gerente de Barrio del Mar, respecto a la temporada, relata que «la demanda por los servicios gastronómicos ubicados en el borde costero se ha mantenido conforme ha avanzado la temporada, con un buen mes de enero, que pese a algunos anuncios y problemáticas en la contratación de personal, se enfrentó bien y con buenos comentarios de los clientes».
«El cambio a fase 2 impactó fuertemente, solo nos permitía atender a 2 personas como máximo por mesa en espacios cerrados, con bajas promedio en venta que alcanzaban desde el 30 al 50%, lo que implicaba en algunos casos despidos involuntarios si perduraba esta medida», agrega.
La empresaria destaca el anuncio hecho por la autoridad respecto a la Fase 2 en restaurantes, en donde se permitían solo dos personas por mesa, «esta restricción fue revertida y atendiendo a la inmunidad de capullo, se permite el ingreso de hasta 5 personas por mesa en espacios cerrados cuando pertenecen a un mismo grupo familiar con hijos menores de 18 años, lo cual es un gran avance en consideración a que la mayoría disfruta estas fechas en familia, todos se encuentran vacunados y sentados a una distancia de 2 metros con otro grupo familiar».
«Como asociados a Barrio del Mar, estamos siempre reforzando medidas que nos permitan el cumplimiento de protocolos y hacer de nuestros locales espacios seguros para recibir a los visitantes», añade.