Usuarios temen que pueda llegar hasta los 40 mil pesos en las siguientes semanas. Y reclaman: «es un abuso». Comerciantes se defienden: «Cuando el supermercado se colude y sube los precios, nadie dice nada, pero a nosotros nos tratan de sinvergüenzas».
Precios de hasta 34 mil pesos ha registrado el «famoso» saco de papas de 25 kilos en locales y ferias libres de la región.
La abrupta alza se debe, según vendedores y proveedores, a la baja en la cantidad de siembra durante este año y las inundaciones que ha dejado el sistema frontal en el sur del país.
«Siempre cuando pasan emergencias como las del fin de semana, se forma una psicosis y empieza todo a subir de precio, pero la papa venía subiendo desde antes de las lluvias», cuenta una «casera» de la Feria de Abastos en La Serena, cuyo carrito llevaba menos productos que hace un par de meses. Y ni hablar de comprar papas.
«Es un abuso que no tiene nombre. Anoche (miércoles) habló el ministro de Agricultura y dijo que iba a fiscalizar si es que estaba toda la papa almacenada, ¿pero le creeremos? Es que nadie hace nada por nosotros», dijo otra usuaria del centro comercial.
Sí, uno de los alimentos esenciales y básicos en los hogares ha elevado su precio por kilo de manera sorpresiva y abusiva para algunos, algo que según el Gobierno no se justifica de ninguna manera. Según informó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, la papa está subiendo su precio en algunos lugares sobre el 50%.
En Coquimbo la situación no varía. La feria de este jueves en Punta Mira reflejaba el kilo sobre los 1.500 pesos y el saco sobre 35 mil.
Para opinar, hay que saber
¿Pero cuál es el motivo para tanta alza?
Jorge Cárdenas, presidente del sindicato N°1 de ferias libres La Serena, cuenta que «acá funciona la oferta y la demanda, pues en el Maule y el Ñuble está todo bajo el agua y no hay producción, y al no haber producción, están todos abasteciéndose de acá hacia el sur».
Lamenta, sin embargo, que la gente les diga que se están aprovechando, «porque en La Serena estamos con sequía y el sur está con sobreagua. Como pequeños comerciantes tenemos que comprar papas por saco para poder vender al detalle».
Como ejemplo, dice que «el saco de 25 kilos está a 34 mil pesos, y tengo que venderlo (el kilo) a 1.800 para que me queden 3 mil pesos por saco. ¿Sabe? Para vender, hay que comprar; para cosechar, hay que sembrar, y para opinar, hay que saber».
Además, no entiende que la gente se moleste, «porque dicen que nos estamos aprovechando, que nos estamos hinchando de plata, pero no sé qué plata estamos ganando, ya que el margen de utilidad sigue siendo el mismo. Cuando el supermercado se colude y sube los precios, nadie reclama, pero nosotros subimos las papas y nos tratan de sinvergüenzas».
Maritza Aquea, vendedora, señaló que este tema les ha afectado un montón, «porque tenemos que comprar caro y la gente reclama, y no es culpa nuestra. Y es cierto, nos afecta porque la gente está consumiendo menos, y si bien uno tiene sus caseros y nos conocen, uno trata de buscar lo más barato, pero no hay cómo».
A su lado, una casera. «Es un abuso, muy cara la papa», reclama. Mira los precios, mueve la cabeza y admite: «si compro, será algo muy poquito, no mucho, ya que es un abuso e imagínate como estará para las fiestas patrias».
Parar y no vender
En la Vega Las Palmeras, en Las Compañías, una situación parecida.
«En este momento estamos acarreando pura papa del sur y por eso viene cara, porque acá en La Serena no se ha dado todavía», cuenta un proveedor.
Agrega que el alza se debe precisamente porque en el sur la subieron y, por ende, «nosotros igual, pues tenemos que pagar traslado, el flete, de lo contrario estaría barata. De los años que tengo vendiendo papas, nunca el sureño ha ganado tanta plata como ahora. Siempre había estado a 8 mil, máximo 13 mil pesos el saco, pero ahora se tiraron. Si vas a la Feria Lo Valledor, en Santiago, y preguntas a cómo está el saco, te dicen a 30 mil pesos».
La molestia del usuario es que la papa pueda subir a 40 mil pesos el saco en las próximas semanas, lo que, a juicio de este vendedor, «es mentira, te lo doy por hecho, y si llega a ese precio, prefiero parar y no vender».
Que diría hoy la Violeta, cuando cantaba: «la papa nos la venden naciones varias, cuando del sur de Chile es originaria…»