Agentes portuarios indican que los turnos éticos que mantienen los trabajadores de la Dirección de Aduanas permiten dar continuidad al movimiento del puerto, toda vez que éste se encuentra en un período de baja actividad.
Desde el miércoles 20 de mayo, los pasos fronterizos, aeropuertos internacionales y puertos mayores de Chile se han visto afectados por la paralización de los trabajadores de la Dirección Nacional de Aduanas, decretada por la Asociación Nacional de Funcionarios de dicho servicio (Anfach), quienes demandan del gobierno un aumento de personal en 800 plazas, debido a la insuficiente dotación para las necesidades actuales del país.
Hasta ahora el movimiento continúa sin visos de finalizar. Según la Confederación de Dueños de Camiones de Chile, unos 30 mil camiones se encuentran detenidos en los pasos fronterizos y el 95% del comercio exterior terrestre está paralizado. Las conversaciones con el Ministerio de Hacienda se mantienen en punto muerto.
Sin embargo, en el puerto de Coquimbo no se detectan efectos apreciables. Las agencias privadas que trabajan en la terminal indican que los turnos éticos que mantiene la Anfach han logrado dar continuidad a las operaciones, lo cual se ve favorecido por encontrarse en una época del año más bien bajo en movimiento de naves, básicamente de buques graneleros que cargan concentrado de cobre.
El agente de aduana Ricardo Larraguibel explicó a Diario La Región que el mayor trabajo a este respecto corresponde a la admisión de carga que ingresa al puerto para ser embarcada –en este caso, graneles minerales–, mientras que respecto de las naves que atracan para el carguío, los procesos administrativos se efectúan fundamentalmente por medios electrónicos, por lo que no generan atochamientos en trámites.
