
El siniestro ocurrió durante la madrugada del viernes y consumió por completo una vivienda de material ligero. Vecinos recuerdan a las víctimas como personas humildes y solidarias, pero muchas veces invisibles para la sociedad.
Un incendio registrado la madrugada de este viernes en el sector del Puente El Libertador, en La Serena, dejó como saldo dos personas fallecidas, una madre y su hijo, ambos con discapacidad, conocidos en el centro de la ciudad por rescatar animales callejeros.
De acuerdo con información entregada por Bomberos de La Serena, cuando las compañías llegaron al lugar la vivienda ya estaba completamente envuelta en llamas. «Nos encontramos con una estructura de material ligero totalmente incendiada y, lamentablemente, con dos personas fallecidas en su interior», informó Cristian Zeballos, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos. Cuatro compañías trabajaron durante la madrugada en la emergencia.
«Eran gente invisible»
Entre los curiosos y vecinos que se acercaron al lugar, Sandra Vedia lloraba mirando las cenizas. Los conocía a ambos desde hace tiempo. «Ellos eran muy conocidos en el centro, rescataban gatos y vivían con ellos. Pedían ayuda, pero para los animales. Eran madre e hijo. A ella le dio un ACV y él la cuidó todos los días a pesar de su discapacidad. Eran personas invisibles, nadie los veía, nadie los miraba, pero tenían nombre y apellido y eran personas», relató entre sollozos.
Sandra recuerda la ternura del hijo, que apenas podía mover una mano, con un lado del cuerpo paralizdo según comentó, pero no dejaba de atender a su madre. «Él daba todo por ella. Siempre pedía primero un pancito para su mamá, nada para él. Nos pedía que le laváramos el pelo porque él no podía. Ellos vivían una pobreza extrema, pero tenían un corazón gigante que muy pocos vimos».
Otros testigos confirman que ambos vivían con limitaciones físicas y sin servicios básicos. «No tenían ni luz ni agua. Vendían parches curitas en el centro y siempre andaban con gatos. Últimamente, les quedaban tres, parece, porque la señora ya no podía cuidarlos», contó un transeúnte que los conocía.
Vecinos que sienten la pérdida
En el sector del río, donde levantaron su vivienda hace años, aun los recuerdan con cariño. David Contreras, conocido como El Cabeza, fue vecino de ellos y asegura que «siempre fueron buenos vecinos, siempre me convidaron azúcar o cualquier cosita a pesar de que no tenían nada. Lo siento en el alma. Esto me duele realmente».