Hecho se registró el lunes en el sector de La Antena y por eso la preocupación, puesto que «es un círculo negativo que no solo está afectando a los conductores, sino también al público…», dicen.
Un colectivero fue golpeado y apuñalado. Lamentablemente es una noticia repetida. Por eso el accionar del gremio, de lamentar que estos hechos de violencia sigan ocurriendo.
Ocurrió a las siete de la tarde del lunes en La Antena. Pero también ocurren a la diez de la mañana, a cualquier hora, se quejan los dirigentes, «y seguramente lo hacen porque creen que uno maneja dinero inmediato, cuando no son grandes cantidades. Pero sí un dinero en efectivo que puede ser tentador para el delincuente. Y es lo que uno se pregunta, pues están dispuestos a asesinar a alguien por diez mil pesos, y eso escapa del raciocinio de cualquier persona», señala Javier Plaza, presidente de la Agrupación Intercomunal de Taxis Colectivos de La Serena y Coquimbo, AITACOL.
Sin duda, «un hecho repudiable», se lamenta. Reconoce que su actividad es riesgosa y que, por lo mismo, están expuestos a situaciones justamente como la que ocurrió el lunes.
Además, como dirigente debe estar cada cierto tiempo hablando con los conductores para decirles que «nos hemos reunido con Carabineros cada dos meses y que las fiscalizaciones existen, pero sabemos que nunca será suficiente, partiendo de la base que están colapsados, ya que no solo deben atender los asaltos en las calles, sino también los portonazos y robos a domicilios. Se nota a simple vista que no dan abasto con todos los procedimientos que a lo mejor se requieren en algún momento determinado».
Sin solución
Desde la asociación gremial de taxis colectivos ASOTACOL, su presidente Manuel Correa y representante legal de la Línea 63, sector Vista Hermosa, El Milagro, lamenta este nuevo acto de violencia, y por eso habla de una «preocupación grande en todos nuestros conductores, porque no se ve una solución efectiva a este tema. Carabineros ha dispuesto reuniones, mesas de trabajo, pero de esas mesas se promete mucha actividad que en primeras instancias se cumple, pero luego se relaja el asunto y no es algo constante, lo que justamente nosotros requerimos para tomar las decisiones de trabajar con seguridad».
Advierte que es un círculo negativo que no solo está afectando al gremio, sino también al público, «entonces si la autoridad nos exige prestar un buen servicio, nosotros a ellos les exigimos que debemos hacerlo con la respectiva seguridad, porque a nadie pueden obligar a estar exponiendo su vida en ninguna parte, y ningún tribunal fallará en contra de una persona que diga que no trabajará en tales condiciones. Así que si los colegas están definiendo reunirse, es justamente para hacer esa presión que es necesaria para que tome conciencia la autoridad y se tomen acciones efectivas y no efectistas».
En su derecho
En ese punto, reconoce que cuando mataron a uno de los suyos, en febrero pasado, fueron amenazados con ser multados si es que no salían a trabajar de noche, «pero en qué mundo estamos. Nos obligan a trabajar, pero no pueden esperar que yo me exponga a perder mi vida, pues el Estado que ella (la seremi) representa, y que está administrado en este minuto, tiene la obligación de que estén las condiciones adecuadas para hacerlo, y ahí sí tendríamos la obligación de prestar el servicio como corresponde. Pero en este minuto estamos en nuestro legítimo derecho de negarnos a trabajar en estas condiciones y no solo en La Serena, sino que también en Coquimbo.
