«Uno nunca se acostumbra a los insultos, puesto que siempre van hiriendo y marcando»

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Estará en reemplazo del general Rodrigo Espinoza hasta el 21 de enero, estuvo
a cargo de la seguridad en la marcha del 8 de marzo en Santiago, y debido a su experiencia dice estar preparada «para liderar a los funcionarios que tengo acá en la Cuarta Zona de Coquimbo…».

El 8 de marzo lideró un operativo nunca antes visto en Carabineros, pues para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Berta Robles, una de las dos mujeres que actualmente integran el Alto Mando institucional, estuvo a cargo del plan que se dispuso para la marcha convocada en Santiago.

El destino, meses después, la trajo a la región para liderar en calidad de jefe suplente al general Rodrigo Espinoza. Asumió el 23 de diciembre y estará hasta el 21 de enero.

Es madre de tres hijos, el mayor de 24 años, «que orgullosamente siguió los pasos de sus padres, pues es subteniente recién egresado, y justamente hoy (ayer) está realizando su primer servicio policial en Santiago, así que para mí es un orgullo, pero también una preocupación, porque allá están más violentos los delincuentes y su poder de fuego es cada vez es más evidente, lo que genera una preocupación. Tengo otro hijo que se fue por el lado culinario, y el conchito es una niñita de 15 años, que son mis ojos», cuenta Robles, que a la región vino sola a cumplir las funciones policiales.

Estará poco más de un mes, tiempo suficiente «para preocuparnos del control sanitario junto con el jefe de la defensa», dice. Y agrega que «tenemos todo lo que es ruta segura, pues comienza la temporada estival, donde creemos que habrá movimiento de vehículos según las circunstancias y las etapas en que se encuentra cada región. Estamos trabajando en el plan verano y en un servicio que es súper relevante, pues tenemos la prueba de transición universitaria los primeros días del próximo mes, que es un gran desafío, y esperamos que se pueda desarrollar de manera segura y tranquila».

Respecto al plan de contingencia para Año Nuevo, cuenta que «tenemos dispuestos todos los servicios policiales, que comenzaron a trabajar desde hoy (ayer) con servicios de ruta segura, servicios de control en la ciudad y en la parte costera. También fiscalizaciones a desplazamiento de personas y que tengan respeto al toque de queda, al distanciamiento físico, a que no exista aglomeración en lugares donde obviamente no se puede. Nos vamos a preocupar de que no se ejecuten fiestas clandestinas, así que este fin de año y el inicio de vacaciones lo tenemos que vivir en modo covid, donde Carabineros tendrá el máximo despliegue a lo largo de toda la región y seremos rigurosos en las fiscalizaciones».

Entonces ni pensar en fiestas como en Santiago….
«Claro, que no nos pase lo mismo que en Santiago, donde Carabineros detuvo a 200 personas y muchos se arrancaron de una fiesta. Fue una acción irresponsable de ellos, pues no piensan en sus propias vidas ni en la de sus seres queridos. Sabemos que es complicado, pero nosotros los Carabineros no estamos fiscalizando por gusto, sino que por un objetivo y lo hacemos para evitar tragedias».

¿Es brusco el cambio de estar en Santiago, a una ciudad hoy sin marchas?
«Son distintas las planificaciones de servicio, pues ese 8 de marzo fue masivo, con el despliegue de dos mil carabineros, mientras que acá tendríamos que sacar a todos los carabineros de la región para tener ese despliegue. Pero eso me entregó la preparación de poder tener un manejo ante cualquier situación y planificación de servicio. Para eso estamos preparados, para liderar a los funcionarios que tengo acá, en la Cuarta Zona de Coquimbo».

¿Le complican los insultos como mujer?
«Todo carabinero tiene su corazoncito y claro que duelen los insultos, pero uno debe tener esa coraza y poder seguir trabajando, y por cada insulto sacar fuerzas para poder seguir dando esa entrega de trabajo diario y lograr recuperar la seguridad y el orden público que se estaba perdiendo. ¿Sabe? Uno nunca se acostumbra a los insultos, puesto que siempre van hiriendo y marcando. Pero con nuestro trabajo y la entrega profesional de cada uno, debemos recuperar la confianza de la comunidad y demostrar que somos una institución que realmente es un aporte para lo que es el bienestar y el bien común del país».

¿Cuánto ha cambiado el rol de la mujer carabinero en la institución?
«Mucho, ya que la institución tiene muchos años de historia con la mujer, que ingresó en 1962, y claro que hemos ido avanzando. Al comienzo la mujer solamente estaba dedicada a lo que todo el mundo asociaba, que era al cuidado de los niños. Que se encargara de temas de mujeres, al trabajo en los hogares de menores, trabajar con las mujeres detenidas, en cargos de oficina, en temas administrativos. Pero con el tiempo hemos ido cumpliendo otras funciones y desafíos, y hoy existen mujeres que son comisario, que están en el Gope, son pilotos de helicópteros, prefecto. Entonces ya estamos en todas las áreas y podemos cumplir todas las funciones que antiguamente sólo cumplían los hombres».

Un dato a la causa, ¿cuál es su edad?
«Tengo menos de 50 años», ríe.

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