Dylan Peralta Díaz, de 14 años, sufrió en la noche del martes fracturas expuestas en tres dedos de la mano izquierda, cuando manipulaba un elemento explosivo tipo petardo en la calle Luis Santander con Borgoño de la Parte Alta de Coquimbo a metros de la casa en que reside.
Según la versión del adolescente, que cursa estudios de enseñanza media, en los instantes que jugaba a la pelota con amistades, cerca de su inmueble de calle Luis Santander, encontró un tubo de color gris recubierto aparentemente de cartón, muy parecido a un cartucho de escopeta de unos seis centímetros de largo y de cerca de tres centímetros de diámetro.
Luego, siguiendo con la declaración que presentó ante las autoridades, Peralta decidió levantar el elemento con la mano izquierda, instante en que el artefacto explotó causándole factura expuesta en tres dedos de la extremidad.
Con extremo dolor, el menor fue remitido al hospital San Pablo, en que fue sometido a una intervención quirúrgica por los médicos que lo trataron por los traumatismos y los daños a nivel de arterias y a nivel muscular, por lo que el paciente quedó hospitalizado con pronóstico reservado grave a la espera que evolucione para definir los próximos tratamientos a los que será sometido.
Si bien Peralta sostiene que encontró casualmente el explosivo, efectivos de la Sección de Investigación Policial, SIP, de la Segunda Comisaría, al inicio de las pesquisas, definieron que durante toda la jornada del domingo, varios jóvenes del sector que son barristas de fútbol estuvieron detonando fuegos artificiales prohibidos en Luis Santander con Borgoño.
Por ese motivo las sospechas apuntan a que esos individuos habrían entregado el petardo al menor que sostiene que él encontró el elemento de forma casual, aunque los investigadores no lograron precisar esas posibilidades en vista que habitantes del sector no quisieron aportar antecedentes para esclarecer el incidente.
Además los policías infieren que el objeto que estalló que no dejó restos tras explosar, tuvo que tener una mecha que fue encendida, descartando en esta etapa del proceso que haya detonado por sí solo.
El Prefecto, Coronel Rolando Casanueva, pidió en especial a los menores y a toda la comunidad abstenerse de manipular cualquier objeto extraño que aparezca tirado en la calle a fin de evitar accidentes como el que afectó al escolar de este caso.
«Esta situación es lamentable pero hay que decir que manipular cualquier elemento de procedencia desconocida conlleva un serio riesgo, por eso la principal recomendación es a los padres para que enseñen a sus hijos a no tomar nada extraño y que los niños les avisen de forma inmediata si encontraron algo raro, para que lo comuniquen a las autoridades y la mayor recomendación es para los jóvenes que hacen actividades de forma más independiente en la calle ya sea jugando o compartiendo con sus pares, ya que muchas veces no toman conciencia real de lo que les puede suceder si manipulan elementos extraños ya que pueden ser muy peligrosos».
