A través de pericias a los restos de los artefactos explosivos recuperados tras los tres atentados que ha sufrido en los últimos tres meses la casa del poblador de Illapel, Jorge Godoy; más la ubicación de testigos el Ministerio Público y ambas policías, buscan establecer el nombre y la ubicación de él o los perpetradores de los atentados que han causado serios daños en el inmueble de la familia afectada que sienten gran temor por su integridad.
El primer caso que afectó a la propiedad de Godoy, ubicada en la calle Martín Vega Antiquera, del barrio Manuel Rodríguez, ocurrió a fines de abril cuando, tras escuchar ruidos sospechosos en exterior revisó el tejado en que encontró un artefacto explosivo que no había detonado.
Al no saber si la bomba estaba activa, el poblador lo puso en un receptáculo con agua, para luego comunicar el hallazgo a las autoridades.
No pasó ni un mes cuando el 13 de mayo, en horas de la madrugada, Godoy, junto a su esposa y el resto del grupo familiar compuesto por menores de edad, también fueron despertados por un fuerte ruido que provenía del área del living.
El dueño de casa al ir comprobar qué ocurría fue a la habitación en que vio que el cielo falso y las calaminas del techo, las que fueron destruidas por otro explosivo que estalló tras ser lanzado al tejado en que quedó un forado de cerca de un medio metro de ancho por un metro de largo.
Fue tal la fuerza de la detonación, que escombros impactaron con fuerza los muebles del living y un televisor los que terminaron dañados.
Godoy, denunció la situación a Carabineros que mediante efectivos del Grupo de Operaciones Especiales, Gope, con todas las medidas de seguridad recuperaron partes de la bomba, verificando que estaba compuesta por medio cartucho de explosivo detonado por mecha, comenzando el proceso para dar con el paradero de los responsables del ataque.
Sin embargo, en la noche del pasado sábado, el mismo vecino encontró que a un costado de su vivienda en donde guarda un vehículo, nuevamente ubicó los restos de otro artefacto que exploto sin causar daños al móvil, motivo por el que nuevamente dio cuenta de la situación a las autoridad, aportando el antecedente que no tiene sospechas de que alguna persona por algún motivo quiera perjudicarlo.
Consultado por la labor investigativa, el Prefecto de Carabineros Coronel Ronaldo Casanueva explicó que la pericias permitieron tener certeza de que el explosivo usado es de origen minero, principal pista que es parte de las diligencias investigativas.
«Con la prueba científica del Gope, definimos que el aparato recuperado en el estacionamiento del denunciante es conocido como un «cachorro» en jerga minera, el que utiliza un estopín que es el iniciador y que lleva una mecha y que ahora no causo ningún daño afortunadamente, pero los antecedente que tenemos de que esta misma persona afectada le ocurrió lo mismo en su casa por lo que trabajamos en el proceso dispuesto por la fiscalía para definir el origen de estos ataques y al autor.
El Coronel, precisó que el delito que podría ser imputado a él o los autores también dice relación con un uso ilegal de material explosivo, «acá se podría aplicar la ley de control de armas y explosivos, porque hay que descartar una acción terrorista u otro hecho. Aquí cabe el mal uso de un elemento restringido por la ley, pero lamentablemente en esa zona hay mucha actividad minera que en su gran mayoría es controlada por Carabineros, salvo excepciones como el procedimiento de la semana pasada en La Higuera en que en poder de imputados de tráfico de drogas encontramos cartuchos de amongelatina, detonadores y mechas, lo que indica que redoblaremos las fiscalizaciones a pirquineros».