El entrenador de las series Sub 15 y Sub 16 de Coquimbo Unido se refirió a la propuesta que realizaron algunos dirigentes del fútbol nacional la cual habla de suspender por completo o parcialmente el certamen formativo producto de la emergencia sanitaria.
Un poco más de dos meses lleva paralizado el Fútbol Joven a nivel nacional. La ANFP decidió poner freno al inicio del torneo de las series menores de los clubes junto con el balompié femenino, buscando evitar los contagios de coronavirus entre los menores y anunció que podría regresar en agosto.
Sin embargo, como el panorama cambia a diario todo es incierto. Hoy Santiago se encuentra en cuarentena total y las cifras de contagio por COVID 19 son altas tanto en la capital y en algunas regiones de nuestro país, lo cual hace pensar que las fechas podrían variar…si es que hay regreso a la actividad.
Si, porque hace unos días algunos dirigentes del fútbol chileno quedaron de entregar una propuesta para que no se retome el Fútbol Joven este año y se regrese recién el 2021, o bien jueguen solo las categorías mayores.
El tema preocupa a los futuros futbolistas que ven truncado su proceso formativo y también a los entrenadores, como Carlos San Martín quien tiene a cargo las series Sub 15 y Sub 16 de Coquimbo Unido.
¿Cómo han venido enfrentando en el Fútbol Joven de Coquimbo Unido esta pandemia?
«Estamos tomando todas las precauciones necesarias como club. Trabajamos en cancha hasta la primera quincena de marzo, luego por este tema enviamos los niños a casa. Como cuerpo técnico no podemos desligarnos de los niños y hemos tenido que buscar fórmulas, opciones y tipos nuevos de entrenamiento para seguir en contacto y no perder todo lo que habíamos ganado al momento de parar, porque justo veníamos saliendo de una pretemporada».
Han pasado más de dos meses desde que paralizó el fútbol ¿se han desmotivado los niños de estar entrenando a través del computador y en sus casas?
«Lógicamente ha sido complejo, pero es una situación que no la podemos manejar. Creo que nadie puede hacerlo. Buscamos estrategias para seguir entrenando, para que los niños no perdieran el ritmo que resultaron las primeras dos o tres semanas, pero luego los niños mostraron un decaimiento. Hoy estamos buscando nuevas herramientas, estamos trabajando con un sicólogo deportivo, estamos teniendo charlas con los niños, ya no es solo entrenamiento, con el fin de mantener el ánimo de los chicos arriba y también hemos tenido que cambiar nuestro foco de entrenamiento más bien a una terapia, porque si bien quieren entrenar, tienen el ánimo, esas dos horas que estamos conectados para ellos es un escape a todo lo que está pasando. Se expresan, hablan sobre lo que esperan, lo que creen, que sienten y como se sienten. En las mañanas conversan con el sicólogo y hay una constante retroalimentación con lo que ellos están sintiendo, así que más que un entrenamiento mismo somos como la válvula de escape que tienen los muchachos».
Entre los profesores ¿hay incertidumbre sobre el tema económico o el club ha respondido?
«Estos meses que han pasado no tuvimos inconvenientes por parte del club, lógicamente siempre va a haber incertidumbre porque esta situación por lo que vemos no tienen un punto final, no sabemos que puede pasar más adelante. Nosotros estamos supeditados a lo que vaya a pasar con el Fútbol Joven desde la ANFP, entonces no tenemos todavía referencia de lo que vaya a ocurrir. Pero hasta el momento el club ha respondido de buena forma con nosotros».