Carlos Javier Díaz Gálvez, de 23 años, padre de un niño y una niña pequeños, el 7 de diciembre salió a trabajar en su auto desde su casa de barrio El Toqui, en Las Compañías. El Hyundai era un pariente y lo trabajaba de manera informal para transporte de personas. Desde esa fecha no regresa. El auto apareció incendiado en las inmediaciones de El Panul, en Coquimbo. De él, nada se sabe. La familia vive horas de angustia.
Hermelinda Gálvez, la madre, y Katherine, hermana del joven, mantienen una intensa campaña de búsqueda. Tienen las esperanzas de que Carlitos sea ubicado sano y salvo.
«Sí, seguimos buscando a Carlos. Cualquier persona que tenga información que permita saber de su paradero, que nos llame por favor (935115433 y 966805169), o a la policía», habla su desesperada hermana Katherine.
Descartan que Carlos tuviera algún problema personal que lo llevara a querer alejarse de sus parientes o que tuviera alguna dificultad laboral.
«El nunca contó que tuvo algún problema, ya sea cuando salía trabajar o cuando lo contactaban para ir a buscar o dejar pasajeros. El día 7 hizo su rutina normal. Salía en el vehículo en la mañana a movilizar gente, después volvía a almorzar a la casa y de ahí de nuevo a trabajar. Empezó en eso hace como un año, ya tenía experiencia. Sabía qué gente lo contactaba para evitarse problemas. Ahora estaba muy interesado en trabajar para ayudar a mi mamá y a sus dos hijos».
También descartó que el joven, ex alumno del Colegio Elqui, de Compañía Alta, haya tenido alguna situación de depresión. «Es una persona normal, siempre preocupado de sus hijos y de nosotros».
El Hyundai apareció incendiado en una quebrada de El Panul en Coquimbo. «Por ese tema no tenemos claro que le pudo haber pasado. A lo mejor lo pudieron asaltar, no sé, pero lo que nos parece raro es que al momento de realizar la denuncia, después que no llegó a la casa, ya había aparecido su vehículo en El Panul. Fuimos a verlo. Eso no se nos informó de forma directa por parte de Carabineros, porque el vehículo está a nombre de un familiar de nosotros, y cuando yo hice la denuncia por presunta desgracia ante Carabineros, entregué la patente y las características del vehículo en el que Carlos salió desde nuestro hogar».
Respecto del último whatsapp que envió el extraviado, el mismo día 7, a su hermano Luis, previo a perder todo contacto con él, Katherine cuenta que «fue un mensaje normal» y que el teléfono dejó de contestar. Este equipo no lo encontraron al interior del Hyundai siniestrado.
«A mi otro hermano solo le preguntó, cómo a las siete de la tarde, si estaba en la casa, porque parece que quería juntarse con él… En el vehículo incendiado no vimos restos del teléfono, solo un perfume y un llavero de él».
En ese sentido la hermana del joven refirió que en un inicio tuvieron dificultades con la comunicación con la Policía de Investigaciones o la Fiscalía a cargo del caso, autoridades que hasta el momento les han señalado que sigue reuniendo indicios del caso.
«Ya se van a cumplir dos semanas desde que perdimos el rastro de mi hermano… en un principio no recibimos ninguna información, por eso empezamos a movilizarnos como familia con una búsqueda propia y diaria. Recurrimos a la redes sociales para que nos ayuden a encontrarlo, pero hasta hoy no tenemos nada (se emociona)…
Cuenta que han recorrido gran parte de la región buscándolo. «Podemos descartar que él se haya ido a la casa de otro pariente, no tiene familiares en otra región».
Reconoce que esta semana «tuvimos una mejor comunicación con la PDI, cosa que no fue asi en los primeros días».
La familia hace un ferviente llamado «a todas las personas, a mamás, jóvenes, deportistas, que pudieron haber visto a mi hermano el día 7, o después, les rogamos que se comuniquen con nosotros en los teléfonos de los carteles con los que buscamos a Carlos. Estamos en ambiente navideño, imagine lo que significa esto para nuestra familia, para mí como hermana, para mi mamá, que la veo sufrir mucho, para sus hijos… Dios quiera que logremos saber de él pronto».
