El viernes, pasadas las 20:00 horas, durante largos minutos la esquina de Cordovez con Los Carrera, en la Plaza de Armas de La Serena, se convirtió en escenario de un reñido debate luego que un artista callejero se viera obligado a abandonar su rutina por inspectores municipales.
El inesperado incidente tuvo como protagonista a Daniel San Martín, oriundo de Rauco, Región del Maule, quien cubre su cuerpo de pintura dorada y se instala en las veredas como “estatua viviente”.
Los inspectores le criticaron haberse ubicado muy cerca de un paso de cebra, pero San Martín no quiso moverse. Luego, al pedírsele el permiso municipal para presentarse en la vía pública, resultó que no lo tenía.
El artista alegó que la Oficina de Patentes del municipio había demorado excesivamente en otorgar el permiso, dificultad aun más complicada por cuanto él viaja de ciudad en ciudad constantemente.
“Ahora nos volvemos a Santiago y luego a Perú. Acá el problema es que el criterio cambia de un día para otro. Yo ayer trabajé en la Plaza de Armas, sin ningún problema; anteayer también, ningún problema, y hoy no puedo trabajar, hoy día sí hay un problema. Cuando llego a todo tipo de ciudades, siempre me dirijo al lugar donde hay que hacer el trámite, pero acá el tiempo de reacción es demasiado lento. Muchos no alcanzamos a obtener el permiso. El año pasado trabajé gratis para los bulevares de la municipalidad, el señor que organizaba me dijo que nunca iba a tener un problema para trabajar”, contó.
