Por determinación de la Corte de Apelaciones de La Serena, que acogió un recurso del Ministerio Público, M.A.G.R., de 14 años, deberá permanecer en internación provisoria en un centro de menores hasta el cierre del proceso investigativo, tras ser formalizado por un robo con intimidación que cometió el domingo, en contra de un niño de 11 años a quien amenazó con un arma de fuego en su casa de la capital regional.
En primera instancia, el imputado tuvo su formalización de investigación en el Juzgado de Garantía serenense y la fiscalía pidió que le fuera aplicada la medida cautelar de internación provisoria, en un recinto del Servicio Nacional de Menores, SENAME, por la pena asignada al delito y por considerar su libertad como un peligro para la víctima y para la sociedad.
Pero el Tribunal no acogió la solicitud determinando aplicar otras medidas cautelares para M.A.G.R., como quedar sujeto al control de la autoridad en libertad hasta el fin del plazo de investigación concedido al ente persecutor.
Por esta causa el Ministerio Público a través de su Unidad de Corte de la Fiscalía alegó el recurso y consiguió la internación provisoria del menor infractor por parte de la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones serenense que acogió la apelación verbal.
Pillado con las «manos en la masa»
El día de atraco, detectives de la Brigada Antinarcóticos, BRIANT, de la Policía de Investigaciones, PDI, que estaban en su día libre compartiendo en un inmueble de la Villa Los Hibiscus, lograron percatarse que desde una vivienda del mismo sector de calle Bartolomé Blanche, M.A.G.R., y un cómplice salieron huyendo tras escalar la reja del antejardín.
Rápidamente los policías fueron en su persecución, observando que los fugitivos arrojaron en el trayecto un arma de fuego que era de fantasía, dos notebooks y perfumes, logrado dar alcance a M.A.G.R., ya que su compañero logró evitar la captura.
Los detectives comenzaron a indagar tomando contacto con el dueño de la casa, quien les comunicó que los ladrones habían entrado por la ventana de un baño, sorprendiendo en una habitación a su hijo de 11 años, a quien apuntaron con el arma que portaban, arrebatándole los objetos de valor con los que huyeron hacia la calle.