Profesionales del CEAZA explican por qué no «achuntan» en los pronósticos

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ceaza“Los sistemas atmosféricos que generan precipitaciones y otros efectos, como sistemas frontales, anticiclones, núcleos fríos en altura, tienen vida propia, todos interactúan con todos, algo así como las bolas de una mesa de billar, pero sin control. Como cuando con la bola blanca golpeas a otra bola, ésta golpea a otra, luego esas dos a otras más y así. En la atmósfera es lo mismo, pero en vez de golpes hay interacción entre los distintos fenómenos”, explica Luis Muñoz, meteorólogo del centro científico CEAZA.

El billar meteorológico de la Región de Coquimbo

Señala que las complejidades de la geografía local (valles transversales, con numerosas quebradas, cerros, entre otros), son una de las tantas variables que repercuten en la precisión de este trabajo.

“El sistema frontal que se presentó entre el miércoles 4 y viernes 6 de julio, fue afectado por la geografía, no solo en la Región de Coquimbo. Esto permitió que las precipitaciones más intensas se registraran en zonas más costeras que interiores”.
Por otro lado, advierte que la atmósfera que nos rodea está unida a todo el globo, por ello lo que sucede en esta parte del mundo estaría asociado e influido por actividad de otras partes del planeta, lo que generaría mayor incertidumbre para pronosticar. “Está comprobado que hay situaciones que suceden en Chile que están teleconectadas con lo que ocurre en Australia”, ejemplifica.
Profundiza con el debilitamiento del sistema frontal ocurrido a fines de junio, que finalmente afectó con menor intensidad a la esperada en la Región de Coquimbo.
“Uno de los posibles factores que permitieron el debilitamiento en el pronóstico del primer sistema frontal es que la vaguada en altura que venía del sur y que permitiría su intensificación fue más cálida de lo que se había observado, lo que fue alterado por otros fenómenos no previstos”.
En este contexto, Muñoz explica que además depende mucho del tipo de evento específico para que el pronóstico sea cercano a lo que ocurrirá. Agrega que algunos pueden ser previstos con “calidad media” con cinco días de anticipación, mientras otros “con suerte” se pueden determinar con uno o dos.

Tecnología en
perfeccionamiento

Si bien se han logrado grandes avances tecnológicos que hoy se utilizan en la previsión del tiempo, aún se estaría lejos de alcanzar un nivel de precisión mayor, por la naturaleza cambiante e inmanejable de estos fenómenos. Al respecto, el modelador matemático del CEAZA, Arno Hammann, asevera que los pronósticos meteorológicos presentan varios problemas desde el punto de vista de la física (turbulencias, por ejemplo), porque no existen teorías completamente precisas, junto a otras complicaciones.
“Existe una forma de modelización en computadoras lo que ocurre en la atmósfera, pero la principal dificultad es la resolución de lo que se puede representar. El computador sólo puede diferenciar puntos precisos en un espacio geográfico determinado. Es como lo que ocurre con los pixeles de una foto digital, uno solo no representa a la persona o al objeto completo. Es necesario alejarse para ver la totalidad. En nuestro caso, con la tecnología que hoy contamos, podemos representar áreas (puntos) equivalentes a tres por tres kilómetros, pero esto solo nos puede dar una idea de valores promedios de temperatura, por ejemplo, pero no tenemos información de lo que pasa con fenómenos como las turbulencias a una escala mayor y/o menor, que también pueden influir en las temperaturas de un determinado lugar”.
El especialista también hace hincapié en que diferentes fenómenos meteorológicos, en particular las precipitaciones, presentan complicaciones adicionales, porque son un largo grupo de procesos individuales que en conjunto crean el fenómeno, en vez de ser un simple estado como la temperatura.

“Estos procesos ocurren a una escala microscópica que no es representada en absoluto por el modelo. Más bien estamos tratando de buscar formas de cuantificar la cantidad de agua, basado en propiedades a gran escala de la atmósfera, lo que es más bien una aproximación en el mejor de los casos”, afirma.

Pese a todo, el consenso es general entre muchos usuarios de información meteorológica, quienes consideran mejor contar con información sobre estas circunstancias naturales, en comparación con la incertidumbre completa.

“Hace quince años sólo existían dos entidades que entregaban información meteorológica de alrededor de siete lugares y zonas de la Región de Coquimbo. Hoy en el CEAZA realizamos un pronóstico para 30 localidades, incluyendo cuatro sectores en la Cordillera de los Andes”, destaca el Dr. Carlos Olavarría, Director Ejecutivo del Centro Científico CEAZA.

Desde hace 14 años, el laboratorio CEAZAMet, del Centro Científico CEAZA, dedica gran parte de sus esfuerzos a monitorizar el ambiente y reunir datos meteorológicos para fines científicos, a través de la primera y única red de estaciones automáticas que cubre prácticamente toda una región en Chile (www.ceazamet.cl).

Producto de su evolución y de las necesidades de información de esta naturaleza en la zona también comenzó a generar pronósticos del tiempo, los que han mostrado su utilidad para la toma de decisión pública y privada.

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