Desde que en agosto del año pasado Miley Cyrus decidió sepultar su imagen de «chica Disney» con una serie de presentaciones en las que se esforzaba por potenciar su sexualidad, la cantante ha logrado que su nombre ya no sea asociado a Hannah Montana, sino que más bien sea ligado a espectáculos para adultos.
Comenzó con perreos en sus conciertos, luego continuó con un videoclip en el que aparecía desnuda y posteriormente se pensó que había coronado su transformación con un corto en el que aparecía tocándose a sí misma en una cama. Pero todo eso ahora parecen ser simples adelantos de lo que se vendría ahora: simulaciones de sexo en vivo durante sus conciertos.
El viernes pasado la joven de 21 años se presentó en un local nocturno, el G-A-Y nightclub, ante una audiencia mayor de edad, la cual pudo ver el desesperado intento de Cyrus por provocar con un show no apto para menores.
La ex figura de Disney dejó que la audiencia tocara sus piernas, su trasero y su entrepierna, y también besó a varios de sus bailarines y bailarinas.
Uno de los momentos más provocadores del concierto llegó cuando Cyrus subió al escenario un muñeco inflable con el que simuló tener relaciones sexuales (con felación incluida). También jugó con un pene de plástico de grandes proporciones.
