En el frontis del establecimiento se manifestaron y pidieron medidas para combatir el acoso, señalando que no sería un caso aislado. Director lamentó lo ocurrido, pero dijo que se intervino cuando se supo: «Espero que la gente juzgue por su propia experiencia y no por lo que se dice».
Era alumna del octavo básico C, fanática del fútbol y Club Deportes La Serena su pasión. Sin embargo, el jueves de la semana pasada tomó la triste decisión de quitarse la vida. Tenía 13 años.
Sus funerales se realizaron el sábado y ayer en el frontis del Colegio Gerónimo Rendic, en La Serena, compañeros de curso y apoderados se manifestaron y exigieron medidas contra el bullying, el que precisamente sufría la menor y que gatilló su muerte.
Beatriz Cortés, apoderada del curso, conocía de cerca a la menor, a quien catalogó como «una niña especial, excelente alumna y feliz, a quien le gustaba mucho venir su escuela».
Las burlas, cuentan apoderados, venían desde hace tiempo, cuando la menor comenzó a sufrir una enfermedad a sus huesos, lo que impidió que hiciera ciertas actividades que le gustaban mucho. Eso fue deteriorando su salud y con ello vinieron los apodos, los que se fueron acrecentando.
Si bien desde el establecimiento dijeron que tomaron medidas, a juicio de los apoderados «estas no fueron suficientes y por eso estamos devastados. Incluso el año pasado la sacaron del colegio, pero quiso volver…».
La directiva del curso tuvo una reunión con el director y reconocen que venían advirtiéndoles y pidiendo una intervención al curso desde el año pasado, que consistía en traer profesionales, «pues el curso es complicado y en eso fallamos todos. Creemos que el colegio tiene su responsabilidad, y si no la acepta, estamos mal, ya que no es un hecho aislado, porque en el curso hay más alumnos que sufren bullying», dijo.
Gladys Aguilera, otra apoderada, expresó su preocupación y molestia con lo sucedido, «porque nos hemos ido enterando de que no es solo ella, sino que son varios compañeros que están sufriendo lo mismo, y ahora, conversando con apoderados de otros cursos, señalan que sus hijos también sufren bullying. Al parecer ocurre a nivel colegio y no solo de curso».
Admite que «esto venía de hace tiempo, y queremos entender que realmente el colegio estaba intentando hacer algo. El año pasado les dijimos que lo trataran de evitar, se les ofreció traer ayuda desde afuera para una intervención en el curso, pero no prosperó…».
Se intervino
cuando se dijo
Fueron sus compañeros quienes ayer, con globos, se manifestaron. Desde el colegio, su director Claudio Rodríguez dijo entender y lamenta lo ocurrido, «pues para nosotros cada alumno es un hijo más, pero eso no significa que estemos de acuerdo con las afirmaciones que se dicen, que el colegio no hizo nada. Cuando se tomó conocimiento de un par de situaciones que afectaban a la menor, intervenimos inmediatamente con el comité de convivencia escolar, por lo que se activó el protocolo, se hizo la intervención, se lograron los acuerdos y se terminó. Acá lo importante es que la apoderada o el alumno denuncie un hecho, ojalá con nombre y apellidos, porque así terminamos con el bullying».
Reitera el director que «responsablemente intervenimos cuando se dijo, pues tengo las carpetas con las antecedentes acumulados y es lo que hacemos con todas las situaciones que pueden ocurrir, toda vez que tenemos las puertas abiertas a que la gente venga a conversar y a plantearnos sus dudas, temores y conflictos».
Reconoce que tras la pandemia la situación emocional ha sido compleja, «nosotros vemos el funcionamiento y sabemos que podemos hacerlo mucho mejor, quizás activando protocolos, pero no creo que corresponda a los apoderados juzgar desde afuera el funcionamiento interno. Y menos que me digan que son prácticas habituales…».
Como comunidad educativa están insertos en una sociedad donde se denuncia, «pero activamos, actuamos y tenemos una buena percepción de la comunidad. Hoy (ayer) las clases se hicieron con normalidad, y el número de alumnos y apoderados que estaba afuera del colegio era reducido, que era el curso afectado y lo entiendo, no puedo estar cuestionándolos, ya que es su dolor. Pero lo demás se desarrolló con normalidad. Entonces creo, y ojalá no me equivoque, que no tenemos un colegio que está a punto de explotar por estas situaciones. Estamos dolidos, tenemos profesores afectados, pero que se nos acuse de no hacer las cosas, claro que duele. Espero que la gente juzgue por su propia experiencia y no por lo que se dice».
Desde el Departamento Provincial de Educación de Elqui, Francisco Alvear señaló que el establecimiento «nos ha solicitado apoyo para coordinar que un equipo de profesionales realice un taller al equipo directivo y docentes sobre temáticas de bienestar psicoemocional en estudiantes, con foco en ciberbullying, convivencia y bienestar socioemocional. Además, el colegio desarrollará un plan de corto, mediano y largo plazo para el proceso de sanación de la comunidad, a través de charlas y talleres para fortalecer la convivencia escolar».
