Con emoción y enjugando algunas lágrimas, vecinos de Coquimbo, junto a autoridades civiles y militares, y de la Policía de Investigaciones, junto a Bomberos y funcionarios municipales, ayer en la tarde participaron de la misa por el eterno descanso del alma de las víctimas de la región del terremoto y tsunami del 16 de septiembre del 2015, con epicentro entre Los Vilos y Canela Baja.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el padre de la parroquia San Pedro, Mauricio Pizarro, que recordó la frase el Papa Juan Pablo II «el amor es más fuerte» para dar consuelo a todos quienes perdieron a seres queridos en la tragedia, instándolos a recordarlos siempre con mucho amor y afecto.
Es así que a las 19:54, la hora en la que comenzó el movimiento telúrico de 8,4 grados Richter que minutos después generó el destructivo tsunami, un trompetista del Orfeón Municipal Los Mena interpretó el «toque de silencio», en homenaje a los fallecidos Luis Damaris, Renato Salazar, Humberto Fernández, Isabel Jopia, María Menay, Eduardo Carrera, Víctor Torres, y los vecinos de Baquedano Juan Luis López y Rosa Aguirre, cuyo parientes recibieron las condolencias del Gobernador del Elqui, Gonzalo Chacón, y del alcalde Marcelo Pereira, que les obsequió un ramo de flores en recuerdo de sus parientes.
