En el campo santo se realizó una de las actividades para conmemorar el paso de la Caravana de la Muerte por la ciudad de La Serena, que asesinó a 15 personas el 16 de octubre de 1973.
Este lunes se cumplieron 50 años del paso por La Serena de la tristemente célebre Caravana de la Muerte, comitiva liderada por el general Sergio Arellano Stark, dejando una siniestra huella por la región.
Centenares de personas fueron víctimas de interrogatorios, torturas y amenazas. Los homicidas actuaron desprovistos de toda humanidad. 15 fueron los asesinados solo La Serena.
«Fueron torturados, fue un flagelo doloroso y eso la gente no lo sabe, pues dicen que los ejecutaron o los fusilaron, cuando los masacraron, los mataron a pausa, tres o cuatro horas los estuvieron torturando, baleando por todos lados, por lo menos a mi padre le fracturaron todas sus costillas, las piernas, sus brazos y luego comenzaron a dispararle en la espalda…», recordó María Fedora Peña, hija del músico Jorge Peña Hen.
Le quitó el diario
Desde muy temprano comenzaron las actividades en diferentes puntos de La Serena, partiendo por una romería en el CDT (ex cárcel) y posteriormente un acto en el cementerio municipal, con la develación de la placa como sitio de memoria en la fosa común y actividades en la Casa Piedra, que en los años de dictadura fue usada como centro de detención y tortura, lo que fue reconocido por la Comisión Valech.
Marlinda Alcayaga, hija de Carlos Alcayaga recordó que su padre fue detenido por Carabineros, «pero luego lo sueltan y duerme esa noche en casa. Los vecinos lo invitan a que salga, que se vaya, pero mi padre dice que no ha hecho nada. Al día siguiente llega otro piquete de Carabineros y a todos nos ponen –hermanos- con las manos en la nuca y posteriormente allanan la casa. A mi padre le pegaban. Posteriormente lo suben al furgón y es trasladado a la cárcel de La Serena. Lo vimos tres veces con mi madre».
De su muerte se enteró al día siguiente, camino al colegio, cuando una señora de muy edad y de derecha, le muestra el diario y le dice: mataron a tu padre por comunista…
«Entonces le quito el diario y me voy al colegio, pero me enviaron de regreso. En la casa conté, pero esperábamos a nuestra madre que llegara para que confirmara la noticia. A su llegada nos abrazamos todos, lloramos y desde entonces no vi llorar más a mi madre».
Franklin Monardez, presidente de la agrupación comunal de expresos políticos 16 de octubre, desde el cementerio rememoró a los 15 compañeros masacrados, tres excompañeros de trabajo «y a 50 años seguimos en deuda, toda vez que la justicia no ha actuado respecto a los criminales que siguen libre, por eso la importancia de estar acá, también para transmitir las memorias a las nuevas generaciones de lo que ha pasado, porque el negacionismo que tiene cierta parte del país es lo que no se entiende».
Esta conmemoración, sin duda, «trae cierta alegría, pero acompañado de mucho dolor por la gente que no se encuentra, gente que todavía no aparece. La madre de Horacio Caravantes murió cerca de los 100 años sin saber dónde estaba su hijo para poder enterrarlo y eso es un dolor inmenso, por eso que tiene importancia en todo sentido».
Justicia y verdad
Para todos fue una jornada especial. Desde Cultura, el seremi Cedric Steinlen sostuvo que «como ministerio estamos contentos de que por fin esta fosa del cementerio de La Serena sea declarada monumento histórico como sitio de memoria por parte del Consejo de Monumentos Nacionales. Es un compromiso del Presidente Gabriel Boric, especialmente en poder avanzar en declaratorias en regiones y esta es una de las que se ha realizado durante este año en conmemoración de los 50 años y es la segunda de nuestra región, además de Casa Piedra, por lo que creemos que es un avance desde el punto de vista de la reparación simbólica, ya que todavía queda mucho por avanzar desde el punto de vista de la justicia y la búsqueda de la verdad».
El delegado presidencial Rubén Quezada manifestó que «son 50 años desde el paso de la Caravana de la Muerte por nuestra región, y estuvimos acompañando a quienes son los protagonistas: las familias, los excompañeros y compañeras de militancia, de trabajo, hijos e hijas y sin duda alguna que este es un gesto que viene a resaltar la importancia de la memoria, en poder estar presentes durante este momento y sobre todo para proyectar en unidad el futuro y transmitírselo a las nuevas generaciones».