Ayer desde las 8:00 horas, los funcionarios de pabellones del hospital San Pablo de Coquimbo, con apoyo de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, FENATS, del nosocomio, realizaron un paro total de actividades por 24 horas en demanda de mejoras laborales y por la falta de insumos en el servicio que causa dificultades en la atención a pacientes.
Luis Barahona, presidente de FENATS, del centro hospitalario porteño, dio a conocer a diario LAS REGIÓN las difíciles condiciones en que trabajan los funcionarios del servicio que paralizó, que los llevaron a realizar la protesta de «brazos caídos».
«Paralizaron los funcionarios técnicos paramédicos y auxiliares de servicio que sumar 42 personas y lamentablemente hemos tenido que recurrir a estas movilizaciones como medida de presión ante la autoridad del hospital, por las falencias que existen no solo en ese servicio sino que en varios otros, sabemos que se han hecho esfuerzos para solucionar las falencias, pero creemos que no han sido los necesarios».
Añadió que si bien como FENATS han planteado a la dirección del nosocomio de manera constante la urgente necesidad de contar con los elementos para brindar un mejor servicio a los usuarios, la situación continúa, ya que «las autoridades de este hospital no han cuantificado la necesidad que existe, porque los funcionarios ahora están trabajando con mucha recarga de trabajo con falta de insumos y material para trabajar».
El dirigente refirió que si bien el director doctor Eduardo Nieme ha destacado la labor de pabellón, no se ha traducido en dotarlo de las condiciones para un óptimo funcionamiento. «El director dice que pabellones es el motor del hospital, pero por eso creemos que debe haber mayor preocupación con este servicio y sus funcionarios por ser relevante porque tiene que ver con todas las cirugías de pacientes que tienen que ir a intervenciones quirúrgicas y hoy quedaron sin atención por esta movilización que es justa para resolver esa problemática que afecta tanto al funcionario como al usuario».
Otra falencia aducida por el presidente de FENATS fue la falta de personal y las consecuencias que acarrea. «Estos funcionarios tienen que trabajar el doble o el triple que en otros servicios, muchos tienen problemas a la columna y tendinitis que los obliga a presentar reiteradas licencias además para cumplir con ciertas labores se requieren cinco personas, pero trabajan dos o tres y nada más».
