Homenajes a Melissa Chávez se toman la jornada y no pararán

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Ante la indignación que ha causado el hecho, organizaciones de feministas aseguraron que van a continuar realizando actividades, «pues tenemos marchas e intervenciones callejeras comprometidas a corto plazo, para que la opinión pública recuerde a diario a esta pequeña gigante», dijeron.

El asesinato de Melissa Chávez y la posterior detención de su madre, Mirta Ardiles, sigue conmocionado a la región. A la comuna de Coquimbo. A la sociedad.

Lo ocurrido hizo que diferentes agrupaciones de la zona se involucraran en el caso. Luego que el juez dictara prisión preventiva a la imputada y un plazo de investigación de 180 días, un grupo de manifestantes la esperó a la salida del Juzgado para insultarla mientras era trasladada por carabineros a la cárcel de La Serena.

La extensa jornada culminó con una sentida velatón, donde participaron unas 50 personas en la casa de Villa Talinay, en el sector La Cantera. Ayer, cerca de las 19 horas, se realizó otra ceremonia.

No lo podía creer

La comunidad en Coquimbo ha vivido con tristeza todo el proceso de investigación del caso de la menor, brutalmente asesinada.

«Cuando me enteré de la detención de la madre no lo podía creer. Yo conversé con ella muchas veces y de verdad que no sospeché nada, aunque sí me llamaba la atención que era media fría en sus declaraciones con la prensa, pero pensé que era normal, porque estaba cansada. La intentaba justificar de una u otra manera», comentó María, una de las asistentes a la velatón.

Y es que, con velas, globos y pancartas, llegaron unas 50 personas hasta el pasaje Su Santidad San Anacleto en la Villa Talinay (última casa de Melissa y lugar de su trágica muerte) para realizar una emotiva velatón que se extendió por cerca de una hora.

«Vinieron muchos vecinos que no podían creer la noticia, puesto que todos nos mirábamos y decíamos cómo no nos dimos cuenta de lo que pasaba en esa casa. De una u otra manera siento que todos tenemos culpa en esto. Fallamos como sociedad y por eso debemos unirnos para que no exista otro caso similar en nuestra población», culmina María.

La reja de la casa, copada de carteles y globos y un camino de velas, formaba un escenario lleno de emotividad. Mujeres de todas las edades que no entendían cómo una madre pudo haber cometer un acto tan criminal.

«Yo estoy consternada y no entiendo cómo es que una mamá puede preferir a un hombre antes que a su propia hija. Deseo con todo mi corazón que esa mujer encuentre paz en la cárcel, pero que pague todo lo que tenga que pagar. Lo que hizo es para cadena perpetua», señaló Andrea, joven de 20 años que también llegó para conmemorar a Melissa.

No se acabarán

Claudia, presente en la actividad, es participante activa de movimientos feministas y agregó que «esto de verdad que no da para más, pues nos están matando día a día, pero que sea tu propia madre de verdad que no tiene perdón de Dios. Ni una pena en la cárcel hará que Mirta pague en esta tierra lo que le hizo a esa pequeña niña».

Desde distintas agrupaciones feministas de la zona aseguraron que las actividades por Melissa Chávez no se acabarán y que se extenderán hasta que se haga verdadera justicia.
«Las velatones son para recordar a Melissa y lo vamos aprovechar a concho. Existe una frase que dice que la muerte no existe, sino que la gente se muere cuando la olvidan, y nosotros no estamos dispuestas a olvidar a Melissa. Vamos a continuar realizando actividades, tenemos marchas e intervenciones callejeras comprometidas a corto plazo, para que la opinión pública recuerde a diario a esta pequeña gigante», comentan desde la organización Ni una Menos.

La molestia de las presentes, además, era por la forma en cómo ocurrieron los hechos, tal como lo manifestó el magistrado Diego Rubí en la formalización del día miércoles.

Entre los detalles entregados durante la audiencia se especificó que la imputada habría propinado a la menor 11 estocadas con un cuchillo, mientras la niña se encontraba en su cama, y en distintas partes de su cuerpo. Dos de esos ataques fueron en su cabeza y le provocaron una fractura grave. En el relato, el juez indicó que la niña no había aún fallecido cuando la acusada inició el incendio en la casa, acumulando material combustible donde ella dormía.

El magistrado estableció que de acuerdo a la posición de la menor en su cama, «pudo defenderse, pero no tenía posibilidad alguna de hacerlo».

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