Los huevitos de chocolate ya son una tradición en esta época, sin embargo, hay que tener especial preocupación al momento de elegirlos, ya que no todos los chocolates son igualmente benignos.
“El chocolate de buena calidad, es decir, con un contenido de cacao superior al 65% y sin grasas o azúcares añadidos, si es consumido de forma moderada, ofrece excelentes beneficios a la salud, ya que contiene antioxidantes y ácidos grasos mono insaturados, cuya ingesta es beneficiosa en la prevención de patologías asociadas a procesos inflamatorios y degenerativos, como las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, el cáncer y las alteraciones en los lípidos plasmáticos, entre otras”, señala Stefanie Chalmers, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
Adicionalmente, la especialista destaca su contenido de feniletilamina. “Esta es una sustancia psicoactiva estimulante, asociada a sensaciones de placer y al estado de enamoramiento, por lo que su ingesta mejora el estado anímico e intensifica las emociones positivas”, explica Chalmers.
En este sentido, un chocolate de buena calidad como el descrito, puede ser consumido todos los días. “El chocolate con elevado contenido de cacao puede ser consumido a diario, en pequeñas porciones diarias (0,5 gramos por kilo) y es del todo recomendable para aquellas personas que tienen un peso adecuado y salud compatibles”, indica.
Sin embargo, en el caso del chocolate de consumo común, la profesora de la U. del Pacífico recomienda solo un consumo eventual. “Este producto está elaborado a base de cacao, en combinación con leche y azúcar, y no ofrece mayores beneficios a la salud, ya que su escaso contenido de cacao determina un bajo aporte de nutrientes saludables, que no compensan el perjuicio dado por su carga calórica derivada de la grasa y azúcar añadida”, precisa.
Es por ello que planeta que su ingesta debe ser ocasional y moderada. “La recomendación de ingesta diaria de azúcares refinados, como los presentes en los chocolates dulces, y de grasas saturadas, es cero, ya que no son un aporte nutritivo necesario para la salud y pueden condicionar riesgo”, dice de forma categórica.