Opinión: Necesitamos más comunicación ante el complejo panorama educacional de Coquimbo

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Esta semana fuimos sorprendidos por la noticia de los dos niños de Vicuña que subían al cerro para lograr conectarse a sus clases online. Como una situación que se repite en muchos sectores rurales, quedamos con un sentimiento contradictorio entre la admiración por el esfuerzo de estos chicos y la impotencia ante un problema de escala nacional, incluso mundial.

Y en Coquimbo no estamos ajenos a esa realidad pues tenemos las mismas inquietudes ante las clases presenciales, las clases online y la propagación del virus. El 1 de marzo nuestros establecimientos educacionales municipales, con un plan ya determinado para este contexto, comenzaron el año escolar con una doble modalidad entre lo presencial y lo telemático. Tras una semana apenas, la cuarentena fue declarada y todos volvieron a sus casas. Sin embargo, el debate respecto al modo en que deberían enseñar a los alumnos, que inició con el anuncio del Ministerio de Educación, seguirá vigente tras este primer encierro del año.

La complejidad del asunto nos obliga a monitorear constantemente el estado de los estudiantes y sus apoderados por segmentos y casos particulares. Los más pequeños representan un desafío mayor en el cumplimiento de las medidas de seguridad, mientras que un 60% de quienes están en años clave como 3ro y 4to medio señalan que quieren volver a clases presenciales, sobretodo en liceos de carácter técnico y por la calidad del aprendizaje. Estamos hablando de nuestros profesionales del futuro y su propia necesidad de capacitarse correctamente para el mundo laboral.

En este sentido, la presencialidad no es una obligación egoísta de la autoridad si no un intento de dar equilibrio, en especial a las familias que también son afectadas transversalmente por esto. El hecho de declarar que todos deberían estar en modalidad online excluye a padres y madres que deben salir a trabajar y se aseguran que sus hijos almuercen en la escuela, que no tienen equipos ni servicio de internet, entre otros casos.

Porque sería ideal que en la realidad todos pudieran conectarse pero la desigualdad existe. Incluso tras lograrlo, queda el tema de que no todos tienen ambientes adecuados para el estudio: recordemos que el 68% de nuestra población infantil tiene problemas de concentración en clases online, según el N°9 Informe de Vida en Pandemia (Universidad de Chile).

En suma, somos testigos de la brecha educacional y digital que causa la crisis sanitaria. Como gremios y estamentos de la educación en nuestra comuna solo nos queda como herramienta principal el desarrollar una comunicación sólida, que tenga la eficacia para crear una red de apoyo que busque soluciones en conjunto y haya una correcta gestión de recursos.

Así que la invitación es que todos nos involucremos en la educación de nuestra comuna y que Servicio Local Puerto Cordillera sea más cercano a los actores fundamentales de los establecimientos municipales, para que a diferencia de la última reunión en la que lamentablemente se ausentaron, podamos crear una mesa en la que ninguno falte. Seguiré enfatizando en que la unión hace la fuerza y que cada punto de vista es valioso.

Autor: Oscar Cecchi, Representante de Padres y Apoderados de Coquimbo y Andacollo

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