Este sábado se cumplieron 11 años de la desaparición del joven argentino, y pese a que la familia no pudo estar presente en el sector de Cochiguaz, en Paihuano, donde fue visto por última vez, aseguraron que a estas alturas no tienen dudas sobre la participación de terceros en lo ocurrido con el joven oriundo de Córdoba.
Por segunda vez en 11 años, la familia de Marco Roldán no pudo viajar a Chile para conmemorar y verificar si existen noticias del paradero del joven desaparecido el 6 de enero del 2013, después de subir al cerro Cancana en el sector de Cochiguaz, en Paihuano.
El ingeniero estaba en Chile viajando como mochilero y ese fatídico día fue la última vez que se supo de él. Tras más de una década, muchas teorías se han escrito, pero el misterio continúa.
Con menos esperanza
En contacto con los padres del joven, aseguraron que a estas alturas «se va perdiendo la esperanza».
Pero esa no fue la razón por la cual no estuvieron en la zona, pues se debió fundamentalmente al mal estado de salud de la madre de Marco, Cándida Guzmán, quien sí vino a Cochiguaz en noviembre del año pasado en el contexto de las últimas diligencias realizadas en el caso, pero se fue de vuelta a Córdoba (Argentina) sin ninguna novedad.
«La verdad es que fue más de lo mismo, bastante decepcionante. Estuvo el Fiscal Regional Adrián Vega, que siempre ha mostrado interés en el caso, pero ahora él termina su ciclo, viene un fiscal nuevo que no sabemos qué importancia le va a dar. Por ahí hay incertidumbre, pero vamos a empezar de nuevo la lucha (…) No te puedo decir más, porque estamos igual que siempre», expresa Cándida.
«No hubo accidente»
El padre de Marco, Luis Roldán, tampoco sacó mucho en limpio de las diligencias de noviembre, aunque sí le llamó la atención la cantidad de gente que concurrió.
«Habían más de 60 personas, creo yo, por todo lo que aparecía en la causa que eran los lugares donde Marco pudo haber subido. Esto fue partiendo de las referencias, de las dudas que hay respecto del lugareño, que no lo voy a mencionar, pero que para mí es clave, y lo que nos dijeron y lo que se concluyó, fue que Marco bajó, que no hubo accidente y algo pasó en el predio de este caballero», asevera, agregando que a estas alturas «todo el mundo sabe lo que pasó, pero nadie se atreve a hablar, porque esta gente es muy poderosa y muy influyente», finalizó.
El investigado
Cándida siempre tuvo dudas respecto a las «contradicciones» que vio en personas que declararon, particularmente de la familia dueña de un camping en Cochiguaz, con quienes Marco habría tenido contacto previo a subir el cerro.
Fue recién en 2017 cuando estas sospechas hicieron eco en Fiscalía, que comenzó a dirigir diligencias al dueño del Camping, citándolo a declarar en calidad de imputado por una presunta participación en los hechos que terminaron con la desaparición del joven.
Los motivos para otorgarle esta calidad al sujeto se sustentarían, según comentó el abogado particular de la familia argentina en su momento, además de en eventuales contradicciones en los testimonios, en la presencia de una cámara fotográfica del joven Roldán en su vehículo.
Además, salió a relucir una supuesta discusión entre el empresario y Roldán, antes de que los jóvenes subieran el cerro, ya que habían cruzado por el lugar y parte del río que estaba dentro del camping, pero no quisieron pagar la tarifa que les estaban cobrando.
Cabe señalar que el presente artículo corresponde a una investigación en curso, por lo que más allá de las presunciones subjetivas, será la justicia la que determine si existe la comisión de algún delito.