Llegaron las lluvias a la región de Coquimbo y fueron de manera generosa. Pero, pese a lo positivo que podría haber resultado, lo cierto es que la región todavía tiene un déficit de un 72% de precipitaciones si se compara con un año normal.
La provincia del Choapa es la más crítica, con solo un 20% de lluvias a la fecha. Eso sí, las proyecciones para el resto del trimestre son esperanzadoras.
Pedro Rojas, seremi del MOP, señala que «es muy agradable ver esas hermosas imágenes de nuestra cordillera blanca, con nieve, y eran imágenes que ya no estábamos tan acostumbrados a ver».
De las lluvias, aclara que «en la hoya del Elqui hemos recibido unos 14 milímetros, sobre todo en el sector costero, no fue tanto en los valle pero sí recibimos nieve en altura».
En la hoya del Limarí, las lluvias estuvieron un poco mejor en relación a las precipitaciones, con un promedio de unos 15 milímetros en todos los sectores, no solo en la costa sino que también en los valles.
Y en la en la hoya del río Choapa, Illapel fue donde se pudo recibir lluvias, también en Salamanca, Chillepín y Canela con mucha agua caída.
«Esto nos da un poco de esperanza, sin embargo, debemos decir que estamos con un déficit hídrico importante, todavía nuestros embalases tienen un 27% de capacidad de agua embalsada en estos momentos».
Y agrega que «los más complejos siguen siendo los del Choapa, con el Bato con un 5%, Corrales un 7%, y esperamos que estas lluvias y nieve puedan mejorar un poco la condición de los embalses como tal. Hasta hace dos días teníamos un déficit de precipitaciones de un 80% en Elqui, 100% en Limarí y 84% en Choapa».
Cifras que a la fecha, después de las últimas lluvias, variaron, quedando con un déficit de 61% en Elqui, 75% en Limarí y Choapa sigue como la más crítica, con un 80% de falta de lluvias.
«El llamado es a cuidar el recurso hídrico, y esperemos tener más precipitaciones… se ha hecho un balance para este año y claramente las noticias no son muy buenas para nuestro país, sin embargo para la región podríamos tener precipitaciones normales o incluso superiores al promedio de un año normal» señala.
Puntualiza en que «eso nos da esperanzas de poder tener una condición un poco mejor en esta escasez hídrica que no es una emergencia sino una condición con la cual estamos viviendo».
