De un cuanto hay le disparan en materia de opiniones al postulante a diputado por el Noveno Distrito, Víctor Manuel Rebolledo, quien en su carrera de hombre público se ha visto enfrentado a graves situaciones de las cuales de alguna manera ha salido adelante, pero sin poder borrar las huellas de todo aquello.
¿Cuál es ese pasado político del abogado Víctor Manuel Rebolledo, militante PPD, que causa tanta bulla en las redes sociales y las notas que llegan a los medios?
En su persona han rondado cargos diversos que seguramente él se encargará ahora de aclararlos una y otra vez.
Maritza Luna
Las redes sociales, algunos políticos, militantes, entre otros, han reaccionado negativamente a como se definió la plantilla parlamentaria en el Noveno Distrito el pasado viernes.
Un rechazo casi generalizado al candidato a diputado por el PPD, Víctor Manuel Rebolledo, quien fue confirmado como acompañante del actual diputado en el ejercicio, el socialista Luis Lemus.
Pero, ¿por qué se genera este nivel de rechazo contra el nominado pepedeísta, quien fuera embajador, Secretario de Gobierno, diputado por ese mismo distrito en el periodo 1990-1994, con un porcentaje de casi un 35%?.
La causa o las causas: Fue protagonista de dos casos altamente escandalosos. El caso Toldos y el caso Coimas, siendo procesado por este último.
Caso Toldos
En noviembre de 2001, una organización de jefas de hogar de La Serena recibió 500 mil pesos -del Fondo Social Presidente de la República que entregan las gobernaciones provinciales- para la compra de 36 toldos para ferias.
Eran días de campaña y el dinero no llegaba. Entonces Rebolledo decidió comprarlos por su cuenta. Cuando semanas después llegó el cheque, Rebolledo lo mandó a depositar a su cuenta.
Rebolledo fue absuelto en 2010, de la obtención presuntamente fraudulenta de fondos públicos.
Caso Coimas
En octubre de 2002, el empresario Carlos Filippi denunció que debió pagar el primer semestre de ese año 15 millones de pesos al entonces Subsecretario de Transportes, Patricio Tombolini (PRSD), para que se aprobara la operación de una planta de revisión técnica en Rancagua. Víctor Manuel Rebolledo fue sindicado como el intermediario que recibía sobornos, mientras era diputado.
Rebolledo fue desaforado y luego procesado por este escándalo.
Por ello, en 2003, la Corte Suprema lo condenó como coautor de sobornos, a la pena de cien días de reclusión menor, más una multa de cerca de tres millones de pesos y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Esta última sanción, sin embargo, no aplicaba para una futura postulación al Parlamento.
Si bien no está señalado en ninguna parte, los cercanos de Rebolledo sostienen que fue absuelto de este caso, tras la presentación de varias apelaciones.
