Realidades dispares ha vivido el equipo pirata este año. Mientras a nivel internacional protagoniza una campaña histórica siendo el único club chileno que queda en competencia, en el campeonato nacional son serios candidatos al descenso al estar penúltimos en la competencia a solo un punto del colista Colo Colo. El desgaste físico y una seguidilla de partidos que debe enfrentar en los próximos días juegan en contra del plantel aurinegro, que el domingo cayó sin apelación en casa ante un rival directo como es O’Higgins por 3-0.
Coquimbo Unido vive dos realidades paralelas: el lado dulce de ser semifinalistas en la Copa Sudamericana y el lado amargo de ser penúltimo en el torneo nacional, donde se acercan peligrosamente a la zona de descenso directo, al ubicarse penúltimo solo un punto sobre el colista Colo Colo.
Y en realidad lo que debería tener el conjunto pirata son dos equipos, un plantel más amplio, refuerzos de peso, pero nada de eso llegó y ahora deberá hacer frente con un grupo de futbolistas que se ve muy desgastado físicamente, el torneo nacional y la instancia internacional, que retomará con la llave ante Defensa y Justicia durante el mes de enero.
Ante O’Higgins, el domingo, la derrota fue inapelable. Un 3-0 rotundo donde se vio un equipo absolutamente «muerto» en el aspecto físico, que tanto necesita esta forma de juego que implantó el DT Juan José Ribera, de jugar sin balón, de presionar al contrario para poder generar llegadas, algo que definitivamente no pudo hacer frente a los rancagüinos.
Por el contrario, el conjunto dirigido por Dalcio Giovagnoli le cedió la iniciativa, los presionó en mitad de cancha, jugó directo y fue certero para vencer a Matías Cano, es decir, utilizó la misma receta que utilizan los piratas en cada partido, la cual duele cuando se recibe de vuelta, como lo graficaron las palabras de Ribera, que ayer recién salió a declarar tras la goleada recibida en el Sánchez Rumoroso.
«Fue un partido ingrato para nosotros, un 3-0 es un marcador abultado. Fue un partido que disputamos con todo lo que tuvimos, después durante el partido hicimos todas las variantes necesarias para contrarrestar al rival y poder al menos lograr un descuento, estuvimos cerca con el palo de Lautaro (Palacios) lo que pudo cambiar el partido en el segundo tiempo, pero nos encontramos con un O’Higgins super contundente, llegó cuatro veces y marcó tres goles, vinieron a hacer su negocio».
Respecto al cansancio del equipo, Ribera prefirió no hablar, solo apunto a que «perdimos ante un rival directo, es un golpe duro porque pensábamos sacar un buen resultado, pero hay que dar vuelta la página rápido, tenemos muchos partidos seguidos y tenemos que estar alerta y atentos».
Según Ribera, el equipo está «en una posición que se hace urgente sumar, urge ganar y en ese sentido el plantel está muy llano a trabajar, a corregir, a mejorar y con la frente en alto porque el partido que viene tiene que ser el mejor».
CRUEL REALIDAD
Los números no mienten. Hoy Coquimbo Unido suma 23 puntos, uno más que el colista Colo Colo, y si bien los piratas tiene dos encuentros pendientes frente a Deportes Antofagasta y al mismísimo cuadro albo, tiene que ganarlos si quiere dejar atrás al fantasma del descenso.
El problema es que los partidos vienen uno tras otro, de hecho ni siquiera hay 72 horas horas entre el duelo que se jugó ante O’Higgins y el que debe jugar este miércoles frente a Deportes Antofagasta programado para las 10:30 horas.
Luego, los aurinegros deben visitar a Huachipato, encuentro programado para el domingo 27 de diciembre a las 17 horas, en el estadio CAP. para regresar a la capital y esperar el duelo vital que tendrán ante Colo Colo que se disputará el miércoles 30 de diciembre a las 10:30 horas en el estadio Monumental.
Un periplo difícil, donde el entrenador tendrá que empezar a tomar decisiones sobre que torneo privilegia más: el nacional o la Sudamericana y donde deberá apelar a levantar y unificar los rendimientos individuales en el plantel, para que a quien le toque entrar muestre lo mismo que su compañero que sale.
