Universitarios son servidores voluntarios en zona del desastre

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5Una y otra vez, tras cada nuevo desastre natural, aparecen con entusiasmo y notable organización. Son los jóvenes universitarios, quienes se han desplegado en diversos rincones de la región, incluyendo localidades rurales de Limarí y Choapa, para prestar ayuda en las más diversas tareas, desde despejar escombros hasta atender lesionados; desde cuidar mascotas perdidas hasta repartir almuerzos.
En Coquimbo son cientos los jóvenes que participan en estas labores, desde el primer momento. A pocas cuadras del barrio Baquedano, el campus de la Universidad de La Serena, se ha convertido en una especie de centro de operaciones múltiple: como sitio de acopio, en donde se recibe, clasifica y reparte ayuda; como cuartel general para los muchachos que van y vuelven con palas y carretillas, colaborando en el despeje.
El casino del campus está funcionando como comedor solidario, que reparte colaciones a todo aquél que lo necesite. Parte de las salas han sido facilitadas para el personal de la Fundación Teletón, cuyo instituto fue arrasado por el tsunami. Y por si fuera poco, alumnos de Psicología están prestando atención psicológica gratuita a las víctimas y a los propios voluntarios, quienes tras una semana en contacto con trágicas escenas, comienzan a sufrir efectos emocionales.
No lejos de allí, en el Estadio Techado, decenas de jóvenes ayudan también en clasificar y disponer las toneladas de materiales que llegan al lugar, habilitado como centro de acopio por la municipalidad.
Hasta allí llegó Bárbara Hurtado, una menuda y morena jovencita que, junto a sus amigos y familia, se aprestaban a llevar cargamento hacia Puerto Aldea. “Vamos a ayudar, porque somos del sector. Nos comunicamos con ellos y nos dijeron que necesitaban camas, cocinas, porque se destruyeron muchas casas. Vinimos acá a pedir agua para llevar allá”, cuenta.
Señala que si bien ya en Tongoy si ha logrado despejar y han llegado muchas colaboraciones, en las caletas pequeñas, incluyendo Totoral, aún queda mucho por hacer.

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